ECONOMIA
Prev un horizonte de crecimiento

El plan Lousteau es integral, heterodoxo y mira al 2011

Entre los puntos que propone se destaca un tipo de cambio competitivo en base a una canasta de monedas y un novedoso esquema para el pago de la deuda con el Club de París. Mas información en la Edición Impresa .

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Con el modelo australiano como referente, Martín Lousteau le presentó a la presidenta electa Cristina Fernández de Kirchner, antes de la renuncia de Miguel Peirano, un plan con ideas heterodoxas, objetivos y herramientas hasta 2011.

El planteo, publicado por el diario PERFIL, abarca medidas que van desde un peso atado a una canasta de monedas hasta la creación de un fideicomiso local constituido en el país para cancelar la deuda con el Club de París y los tenedores de deuda en default.

Incluye además metas de crecimiento del PBI superiores al 6% anual, una baja de la tasa de subempleo y un aumento del empleo en blanco que lleve la desocupación a una tasa friccional, de entre 5 y 6 por ciento. Con respecto a la pobreza, el paper propone llevar el porcentaje al 5%, sustentado por una inflación estable en un dígito.

El plan del titular del Bapro propone, en materia de inversión, una suba de la tasa del 21% al 26% del PBI. Lousteau resumió el futuro económico de la Argentina en ocho medidas principales por medio de los cuales se buscará alcanzar los objetivos propuestos.

Una de las medidas más provocativas apunta al pago al Club de París y los holdouts. Para el futuro ministro, el tratamiento de la deuda debe vincularse con la inversión, la producción y el empleo a través de la opción “deuda por inversión” y hacer ofertas al resto de los holdouts para que orienten inversiones nuevas en el país.

En relación al tipo de cambio, la receta apunta a la necesidad de que exista un “tipo de cambio real, competitivo y retenible a mediano plazo” que deberá sostener, en mediano y largo plazo, las cuentas externas y valorizar el trabajo y la producción nacional en su conjunto.

Sobre el superávit fiscal, Lousteau propone utilizarlo para el “financiamiento a mediano y largo plazo de la inversión”, algo que economistas y empresarios están pidiendo en el último tiempo.

En materia energética, el trabajo propone una “ inversión sostenible” que incluya el cambio climático, y hace referencia a la posibilidad de crear un tributo “a la emisión de dióxido de carbono no generalizado, sino vinculado a ciertas industrias o directamente a la emisión hogareña”.