Los ingresos por el turismo también pueden sufrir por la devaluación del país vecino que, además, hacen más atractivas sus playas para los veraneantes argentinos. Aerolíneas y operadoras de turismo hacen lobby, mientras tanto, para negociar que se elimine el 35% de anticipo de Ganancias que se aplica a los pasajes y gastos con tarjeta en el exterior ante una eventual devaluación.
“La cantidad de visitantes brasileños ya está bajando”, reconoció el ministro de Turismo, Enrique Meyer, en diálogo con PERFIL en la presentación de la Feria Internacional de Turismo (FIT) que se realizará del 26 al 29 de este mes en Buenos Aires.
“Es un mundo complejo, donde hay una fuerte competencia entre destinos. No se recuperó de la crisis de 2008” a lo que se suma ahora “la devaluación y recesión en los países vecinos”, señaló Meyer en referencia a Brasil. “Del otro lado, hay una leve recuperación del turismo europeo, quizás por la recuperación de España”, consideró el funcionario.
El presidente de la Federación de Agencias de Viaje, Faevyt, Fabricio Di Giambattista, señaló que en algunas zonas, como en la Patagonia, hubo una buena afluencia del exterior, atraídos por la nieve. De cara al verano, en tanto, reconoció que hay más consultas por las salidas a Brasil, empujados por la devaluación del real que en el año superó el 30%. En el sector del turismo coinciden con que la devaluación no necesariamente se traslada a precios, en particular en la antesalada de un año que tendrá a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
Devaluación. En tanto, las aerolíneas y otros operadores de turismo prevén una devaluación –en cuotas o abrupta, según quien gane– y buscan que se reduzca o elimine el anticipo de Ganancias del 35% que se carga a los cargos de turismo en el exterior. Según indicaron fuentes del sector, con un dólar devaluado puede implicar un salto que podría generar una baja en las salidas. “El turismo es un negocio de ida y vuelta. Por cada avión que llega hay uno que sale”, explicaron.
Hoteleros y gastronómicos coincidieron en que el “tipo de cambio atrasado” generó además una “caída de visitantes”. Y si bien creció el turismo interno, el mercado interno no llega a compensar la baja de visitas del exterior, lo que empujó a bajar tarifas. El tipo de cambio “no es el único factor, aunque tiene incidencia”, aclaró el titular de la Asociación de Hoteles de Turismo, Aldo Elías.
“El turista extranjero no está. El viajero de negocios tampoco”, relató Roberto Brunello, de la Federación Hotelera y Gastronómica. En el año el turismo creció 2%, pero por el movimiento interno, mientras que cayó el internacional.
