La decisión del Gobierno de relevar anteayer de su cargo a la directora del Indec, Graciela Bevacqua, desató una fuerta polémica entre el oficialismo y la oposición, que cuestionó duramente la medida, y provocó la reacción de personal del organismo.
Pasado el mediodía, decenas de personas se convocaron para protestar por el desplazamiento de la funcionaria frente a las oficinas del Indec, en la calle Julio A. Roca al 600.
La Ministra de Economía, Felisa Miceli, minimizó hoy el desplazamiento de su cargo de Bevacqua y señaló que su relevo es "un cambio funcional" en el Palacio de Hacienda.
“ No tenemos ningún problema con los índices del Indec. Estamos contentísimos porque el país sigue creciendo y decae el desempleo, la pobreza y crece la construcción", dijo Miceli, atajándose así de las críticas que señalan su disconformidad con los números que proyectan la inflación desde el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas (Indec).
Según publica hoy el diario Clarín, en el Indec admitieron que la orden de desplazarla partió del Ministerio de Economía. Y que tanto la ministra Felisa Miceli como el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, venían cuestionando los índices de precios que elaboraba esa dependencia.
Bevacqua habría sido desplazada por defender técnicamente la validez de los índices. Y por negarse, amparándose en el secreto estadístico, a darle a Comercio Interior la lista de los locales y comercios que los encuestadores visitan para relevar los precios.
Por su parte, el ex ministro de Economía Roberto Lavagna repudió el desplazamiento Bevacqua y aseguró que a partir de ahora el índice "ha perdido toda credibilidad".
"A partir de ahora, todos los habitantes de la Argentina debemos olvidarnos de los índices oficiales. Si no hay marcha atrás, el índice ha perdido toda credibilidad. No la tenía antes, a partir de ahora se pueden olvidar", remarcó Lavagna con evidente disgusto por el desplazamiento de Bevacqua.
Como en enero "el índice [de precios] dio un valor más alto", dijo Lavagna, "entonces rompen el termómetro". " Si la fiebre es muy alta, deciden que el termómetro está mal, y lo rompen".
Con esta decisión, el Gobierno dio "un paso grotesto y grave", dijo Lavagna a Radio América,.
Lavagna recordó que Bevacqua "es una profesional designada hace 15 o 16 años", que " estuvo resistiendo presiones en octubre, noviembre y diciembre, cuando se le pedían cambios o información estadísticamente reservada para influir sobre el índice".
Lavagna recordó que el año pasado Bevacqua recibió un pedido para revelar “el nombre de las empresas, los puntos donde se toman los precios y demás información estadísticamente reservada para influir sobre los precios y lograr el dato artificial de un poquito menos de 10 por ciento (9,8) que se anunció en diciembre", algo a lo que la funcionaria se habría negado.
Según Lavagna, Bevacqua fue " echada porque el índice registra valores más altos, porque se forzaron precios hacia abajo para que diera 9,8 por ciento", pero advirtió que "en algún momento aparece, no se puede ocultar indefinidamente".
Fuente: DyN