Cuando el acuerdo por el precio de Sidor estaba a punto de cerrarse, el gobierno venezolano volvió a encender la mecha del conflicto al acusar al grupo argentino Techint –dueño del 60% de las acciones de la siderúrgica- de evadir cerca de 669 millones de dólares en impuestos.
Techint, que hasta el momento había evitado grandes confrontaciones con el gobierno de Hugo Chávez, negó la acusación con vehemencia y aseguró en un comunicado que “se defenderá enérgicamente contra cualquier intento del gobierno venezolano de reducir la compensación por Sidor”.
El enfrentamiento por la supuesta evasión se produjo en medio de un proceso de negociación que estaba a punto de cerrarse con un acuerdo por el que el gobierno venezolano pagaría al grupo argentino la suma de 3.500 millones de dólares por la nacionalización de la empresa siderúrgica.
“Nos reservamos todos los derechos bajo contratos, tratados de inversión y legislación venezolana e internacional”, respondió Techint a la acusación de las autoridades fiscales venezolanas y dejó entrever que podría recurrir a un arbitraje internacional, como ya lo hizo la estadounidense Exxon Mobile, tras la expropiación de un yacimiento petrolífero que explotaba en la Franja del Orinoco.
Chávez anunció la expropiación de Sidor el pasado 30 de abril, luego de una prolongada huelga. Tras tomar el control de la industria, triplicó los salarios de los trabajadores.
El conflicto por Techint puso en una encrucijada a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que se vio en medio de un enfrentamiento entre uno de los grupos empresarios más poderosos de la Argentina y el gobierno de Hugo Chávez, uno de los pocos aliados que le quedan.