La crisis inflacionaria es un fenómeno global. Si bien hay países donde los efectos son mucho más preocupantes que en otros, no significa que los diferentes gobierno estén tomando medidas para tratar de contrarrestar esta problemática. Un claro ejemplo es lo que sucede en Francia donde cada vez más ciudadanos están teniendo complicaciones a la hora de hacer las compras.
De acuerdo con lo informado por la emisora internacional Radio Francia Internacional (RFI), en febrero, la inflación llegó al 14,5%. Para tratar de aliviar un poco la presión sobre el bolsillo de los franceses, los supermercados multiplicaron las ofertas. Así, se observó en los últimos días que algunas empresas ofrecían frutas y verduras a un euro el kilo.
Asimismo, el gobierno anunció un plan más global con el sector agroalimentario de la gran distribución para bloquear los precios de productos básicos como huevos, leche o de higiene como los pañales para bebés. De momento no se acordó una lista de precios con los supermercados por lo que cada firma cuenta con la libertad para realizar una propia.
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El ministro de Economía, Bruno Le Maire, explicó en una rueda de prensa que “este acuerdo permitirá tener los precios más bajos posibles en un determinado número de productos cotidianos durante un periodo de un trimestre”.
"Al final de este "trimestre antiinflacionario", reabriremos las negociaciones comerciales con los grandes fabricantes para que la caída de los precios mayoristas, que estamos observando en los mercados se transmitan a los productos de consumo cotidiano", recalcó Le Maire.
A través de un tuit, la diputada María Lebec, perteneciente al partido Renacimiento que lidera el presidente Emmanuel Macron, comunicó la medida. En su mensaje, Lebec escribió: "Proteger el #Poderadquisitivo de los franceses es fundamental". "El Estado y los actores de la gran distribución lanzan un dispositivo: el "trimestre antiinflacionario", agregó.
¡Durante 100 días, las necesidades básicas estarán disponibles a precios bajísimos!, cerró.
"La mayor parte de las operaciones comerciales se relacionarán con productos de marca privada, en los que las marcas tienen más "latitud" para fijar precios, indicó el presidente ejecutivo de Carrefour, Alexandre Bompard.
De acuerdo a lo trascendido, el plan será financiado con los márgenes de los minoristas y costará "varios cientos de millones de euros". También, se pondrá en marcha un cheque alimentario para los hogares más modestos.
Los productos rebajados se podrán identificar gracias a un logo tricolor ‘trimestre anti inflación’. El grueso de las operaciones comerciales se centrará en los productos de marca blanca, donde los minoristas tienen más "libertad" para fijar los precios, ha declarado por su parte Alexandre Bompard, director general de Carrefour.
RM / LR
