Al frente de la Casa De Moneda, Katya Daura, cercana al vicepresidente Amado Boudou, está siendo investigada por enriquecimiento ilícito y no continuará en su cargo tras el recambio presidencial. Tiene mandato hasta el 7 de noviembre y será renovado por la Presidenta, pero puede ser removida como un ministro más. Sin embargo, anticipa que cualquier gobierno que llegue al poder y quiera hacer un billete de mayor denominación –de $ 200 o $ 500 como piden los bancos– no lo podrá poner en la calle inmediatamente. “Hacer un billete nuevo lleva entre seis meses y un año, porque sólo para fabricar el papel específico hacen falta cuatro meses”, puntualizó.
La entidad tiene una capacidad de producción de unos 1.500 millones de billetes al año. Para Daura, que se emitan cada vez más billetes no tiene que ver con una política expansiva e inflacionaria, sino con la incorporación de sectores sociales al consumo, como jóvenes y jubilados.
Daura está también al frente de lo que era la ex Ciccone, la imprenta que desató el escándalo por el que Boudou está procesado y que finalmente fue expropiada. “En el mundo fue bien visto que esa emprsea fuera absorbida por el Estado”, dice Daura, que se queja del “doble estándar”: “Nos matan en el país por Ciccone, y nos reconocen en el exterior”.