En medio del boicot diplomático iniciado por los Estados Unidos, nuestro presidente, Alberto Fernández, llevará a cabo una visita de Estado a la República Popular China. Con una delegación acotada de quince personas debido a restricciones epidemiológicas, conformada por algunos gobernadores, un intendente y diferentes personalidades quienes viajan a Beijing luego de una parada en Moscú.
Se trata de una visita de pocos días, pero se da en un contexto importante: el 50° Aniversario de las Relaciones Diplomáticas entre Argentina y China. Este es un hito relevante, ya que, hace 51 años el gobierno de Beijing ingresó como miembro oficial a la ONU, reconociéndose su estatus de gobierno legítimo de toda China, desplazando así al gobierno de Taipei.
A los pocos meses, el gobierno argentino estableció relaciones diplomáticas con Beijing, empezando así una relación que se fue afianzando a través de los años, llegando a su punto máximo en 2014 cuando los líderes de ambos países, Cristina Fernández y Xi Jinping, firmaron la declaración conjunta para el establecimiento de la Asociación Estratégica Integral. Dicha relación se mantuvo estable a pesar de los cambios de gobierno en la República Argentina, con una gran labor de los Embajadores Diego Guelar y Sabino Vaca Narvaja.
Argentina necesita un Ministerio de China
Quizás, ese es un motivo pasado por alto por los argentinos, pero para China, es un evento importante que cabe destacar.
Otro motivo muy pasado por alto, en general, por la opinión pública argentina, pero que es clave en las relaciones diplomáticas de ambos países, es el apoyo expresado abiertamente por China en la ONU a la Argentina ante el reclamo de Malvinas.
El representante permanente adjunto de China ante las Naciones Unidas, Geng Shuang, dijo en la Asamblea General que “en el siglo XXI, los días en que los imperios occidentales hacen lo que quieren han terminado. Apoyamos firmemente el legítimo reclamo de Argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas”. En un tema de vital importancia, China apoya a nuestro país, es lógico que lo apoyemos en cuestiones que le importan al gigante asiático, ¿o no?
En este sentido, por lo que más han resonado los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, es por el boicot diplomático anunciado por los Estados Unidos, argumentando problemas de Derechos Humanos. Lo han secundado países de habla inglesa, como Canadá, Reino Unido, Australia, Nueva Zelandia y otros aliados como Japón. Pero ningún país de Latinoamérica. De todas maneras, que Argentina exprese su apoyo, incluyendo una visita oficial, es más que bienvenido por las autoridades chinas. Aunque no sea el único líder latino que asiste, también lo hace el presidente de Ecuador: Guillermo Lasso.
El punto de vista sanitario
Desde el punto de vista sanitario, la visita de Fernández también es importante a los ojos de China. Argentina ha sido uno de los países que más vacunas contra el coronavirus le ha comprado, con más de 30 millones de dosis de Sinopharm y 5 millones de Cansino.
Cuánto representa el comercio con China y Rusia para el país y cuáles son los productos más vendidos
Esta aceptación y cooperación, le ha servido mucho a la Argentina, ya que, no necesitó utilizar dólares porque las compró con yuanes del Swap chino. Es considerado un gran paso en la relación bilateral.
El Swap con China
Hablando del Swap, la relación bilateral en materia económica no debe ser dejada de lado. China es el segundo socio comercial del país, solo superado por Brasil, y un gran inversor en infraestructura.
En ocasión de la visita, Argentina formará parte formalmente de la iniciativa de “La Franja y La Ruta”, que es la bandera del presidente Xi para invertir en naciones de todo el mundo.
Desde 2014, Argentina ha sido el mayor receptor de inversión china en toda Latinoamérica aun sin pertenecer a dicha iniciativa. Incorporándose a la “BRI” (por sus siglas en inglés), tendrá más acceso a financiamiento para la construcción de infraestructura que permita agilizar el comercio (puentes, puertos, rutas, etc.) exclusivo de los países miembros.
Además, sería el primer país “grande” de la región que se sumaría, ya que ni Brasil, ni México, ni Colombia han adherido a pesar de que una veintena de países de menor tamaño ya lo hicieron. Obviamente que el gigante asiático ve con buenos ojos que una de las economías más grandes del “patio trasero” de Estados Unidos se incorpore a su mayor estandarte de política exterior.
Se puede decir que desde el punto de vista político una visita a China es de similar importancia a una a Estados Unidos; en el económico es similar a reunirse con el FMI y en el comercial es cómo viajar a Brasil. Mantener una relación estable y que beneficie al país es de vital importancia, la disposición China está para seguir fortaleciéndola.
¿Seremos capaces de mejorarla sin caer en la dicotomía que nos perjudique diplomáticamente? Esperemos que sí.
* Periodista argentino de "informal talks", TV Publica de China.