"¿ A mí que me importa el precio del aceite de oliva? A mí lo que me preocupa es que la milanesa esté barata". La frase fue pronunciada por Guillermo Moreno, secretario de Comercio Interior, en la charla que dio a mediados de abril en el Sindicato de Canillitas , al defender su cruzada contra la inflación en los productos populares.
Pero el funcionario parece haber cambiado de opinión. Hoy se conoció que el gobierno podría limitar la venta de alimentos importados en los rubros que ya se fabrican en el país. La medida se aplicaría a partir del 1 de junio en los supermercados y afectaría a productos exclusivos como aceites españoles, pastas italianas, cervezas y chocolates, entre otros.
El anuncio es el último en la larga lista de intentos de Moreno para controlar los precios, desde los acuerdos con los supermercados hasta la prohibición de importar ciertos productos. Pero la noticia, que aún no se comunicó en forma oficial, tomó por sorpresa a más de un empresario, tanto en el sector de ventas como quienes se dedican a la importación.
La mayoría de los importadores consultados por Perfil.com aún no estaban enterados de la decisión del gobierno; los pocos que fueron notificados desconocen los detalles de la medida. Incluso en la Secretaría de Comercio Interior, ante una consulta telefónica, argumentaron que no tenían más información al respecto.
Los productos que no se venderían más representan apenas el 3 por ciento de los que ofrecen los supermercados, según informa una nota de La Nación, pero con un público muy fiel. Algunos empresarios, sin embargo, sostuvieron que la medida -cuya razón de ser es defender la producción local-, traerá un aumento de los alimentos de fabricación nacional.
"Siempre es conveniente defender la industria nacional y los puestos de trabajo", argumentó Susana Andrada, titular del Centro de Educación al Consumidor. "Los productos que vienen de afuera vienen a valor dolar o euro, son mucho más caros: un paquete de fideos importado sale $20 mientras que los más caros de los nacionales valen $6", agregó, en diálogo con Perfil.com.
Según Andrada, los importados "no tienen incidencia en los productos argentinos. No mueven el amperímetro, son comprados por un grupo muy selecto de consumidores. No creo que sume ni reste nada, pero me parece una medida favorable". Sin embargo, existe el temor a un aumento de precios.
"Acá el empresariado argentino tiene que aprender a cuidar el consumido r. Cerrar las importaciones lo hemos vivido en otras épocas y lo aprovecharon para subir los precios. Esto no debe pasar, no tienen motivo", concluyó la titular del CEC.