ECONOMIA
Pese al optimismo kirchnerista

La deuda Argentina y el tren bala, víctimas de la crisis

El derrumbe financiero mundial tendrá efectos concretos durante el 2009. Las soluciones oficiales y las internas en el gobierno.

default
default | Cedoc

Si bien la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se mostró optimista y aseguró que el país está "firme" para enfrentar la crisis financiera que se desató en Estados Unidos y que ya aqueja a varias de las grandes potencias, el contexto internacional repercutirá en el pago de la deuda Argentina y en el financiamiento del polémico tren bala.

Según consigna el matutino La Nación, en el Gobierno se preparan para afrontar la situación internacional "raspando todas las ollas" para poder costear los vencimientos de la deuda pública en 2009 con el aporte de las AFJP, los bancos y los propios recursos del Estado.

Si bien en un momento se pensó en realizar una propuesta para los bonistas que siguen en default, esta posibilidad se derrumbó junto con las principales bolsas del mundo, por lo que la opción, pese al optimismo presidencial, se ajustaría más a la idea de juntar recursos de donde se pueda para poder cubrir la brecha de US$ 9000 millones que quedaría por financiar el año próximo.

"No es una cuestión particular con la Argentina: en este momento ningún operador puede mirar más allá del desplome de los bancos, mientras tratan de colocar todo lo que pueden en bonos del Tesoro de Estados Unidos. Si esto sigue así, nos complica, aunque no sea un desastre", comentó a La Nación una fuente oficial.

Se complica el arranque del tren bala. El polémico proyecto del tren bala se topó con un nuevo obstáculo camino a su realización. Es que, además de la ausencia de partidas específicas en el presupuesto 2009, la feroz crisis financiera internacional podría empujar a una postergación de la obra por los inconvenientes que se presentarían a la hora de pensar en su financiamiento.

Según el diario Crítica de la Argentina, hasta Luis Delso Heras, el presidente de Isolux Corsán -una de las empresas del consorcio adjudicatario- dudó a la hora de afirmar si el proyecto continúa. “Me imagino que sí”, dijo, aunque reconoció que en este momento será difícil armar el financiamiento.

Posiciones enfrentadas y contradicciones. Además de incertidumbre, el tren bala generó una dura pelea dentro del Gobierno. Según el diario Clarín, mientras los empresarios privados sostienen que la iniciativa no se frenó, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, se enfrentaron por la cuestión del financiamiento.

Massa aseguró, cuando envió el Presupuesto 2009 al Congreso, que no hay una partida específica que incluya fondos para la obra, lo que no indica que el proyecto esté caído o que se haya desistido de llevar adelante la construcción del transporte.

Sin embargo, desde la órbita de Jaime aseguraron, luego de varios llamados del consorcio liderado por la francesa Alstom, que los fondos para las obras sí están incorporados en el Presupuesto y que figuran bajo el título de la Administración de Infraestructura Ferroviaria (AIF), y que contará con $ 2.129 millones disponibles el año que viene que podrán ser usados para financiar cualquier proyecto de infraestructura de trenes.