Después de varios años de sobresaltos, los argentinos ya tenemos un entrenamiento de supervivencia para enfrentar las crisis económicas. Por eso, si bien el último derrumbe financiero no golpeó aún tan fuerte en nuestro país como en otras ocasiones, ya comenzó a bajar el consumo "por las dudas" en algunos sectores, mientras la inflación impulsa los precios hacia arriba.
Argentina es uno de los países más pesimistas del planeta frente a la crisis actual: un 53% de los ciudadanos reconoce haber recortado gastos, según un informe de la Red Mundial Independiente de Mercados (WIN, por su sigla en inglés), que en nuestro país fue realizado por la consultora Ibope.
Apenas el 16% de los encuestados cree que la situación en nuestro país mejorará en los próximos tres meses. En el estudio, la economía argentina figura como "deficiente", junto a las de Italia, España, Reino Unido y Estados Unidos, "las más afectadas por la crisis". Entre los países considerados "fuertes" están China, Brasil, Emiratos Árabes y El Líbano.
Los rubros donde más bajó el consumo fueron indumentaria, calzado y productos de almacén, que se redujeron un 72%. Hubo menos recortes en servicios para el hogar: la conexión de internet bajó un 23% y la televisión por cable se redujo en 24%, según informó el diario El Cronista Comercial .
Gracias a la inflación, los mismos sectores cuyo consumo bajó son los que también aumentaron de precio. En el mes de marzo, por ejemplo, la indumentaria se encareció un 5 por ciento y los alimentos y bebidas subieron 1,1%, según un relevamiento privado de la consultora Ferreres publicado hoy por el diario Clarín.
El INDEC difundirá la cifra de la inflación oficial del mes pasado la próxima semana, pero las estimaciones privadas calculan que será de entre 0,6 y 1,5 por ciento. "Marzo es un mes de inflación más alta que la de febrero, básicamente porque el inicio de las clases hace repuntar el rubro Educación y porque el cambio de temporada también dispara los precios de la ropa", explicó Fausto Spotorno, de la misma consultora, al matutino.
Asimismo, la carne subió un 1,5% debido a las reacciones del paro agropecuario. Por las cosechas pobres y la suba del dolar, también aumentó el trigo, lo que hizo subir los productos panificados en un 0,8%. "Es probable que haya habido alguna autorización oficial para aumentar el precio de la harina, -aunque sea a cuentagotas- porque los productores de trigo están produciendo a pérdida y con mayores costos desde el 2007", explicó a Clarín un analista de la consultora Ecolatina.
La Liga de Acción del Consumidor (Adelco) registró aumentos de 5% en las marcas líderes de los supermercados, aunque las "segundas marcas" apenas subieron un 0.86%. Por su parte, la entidad de usuarios Consumidores Libres, calculó aumentos del 8 al 22% para la carne, 4% para la polenta y 3,76% en el caso de la harina, según los sondeos que realiza en supermercados y comercios de proximidad.