ECONOMIA
Reacciones ante la crisis

El fantasma del estallido social genera marcadas divisiones entre los dirigentes sociales

Algunos prefieren hablar de huelga general, otros dan como posible una "explosión social ante semejantes niveles de desocupación y pobreza", mientras que desde los sectores más cercanos al Gobuierno insisten en negar rotundamente esas postales que recuerdan al 2001.

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Protesta social - 2005. | JUAN OBREGON

Hace unos días Juan Grabois, dirigente social de Movimiento de Trabajadores Excluidos y que respaldó siempre a Cristina Kirchner, salió eufóricamente con los tapones de punta contra Alberto Fernández con un discurso lleno de controversias, reclamos y pedidos en la que agitó y advirtió sobre el fantasma del estallido social.

Frente a este fenómeno social que el dirigente allegado al Papa Francisco advirtió, referentes de diferentes movimientos sociales salieron a mostrar su postura ante esa coyuntura, y las divisiones son marcadas, lo mismo que el tenor de las críticas que muchos hacen sobre cómo se llegó a esta crisis.

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El histórico dirigente socialista de Política Obrera, Jorge Altamira, advirtió que la orientación que Grabois propicia a través de las advertencias de estallidos es "funcional a una desorganización de los trabajadores".

“Los estallidos sociales en el pasado han sido todos caminos de derrotas porque de que en primer lugar no responden a una línea política de salida, sino protestas ante la crisis y en general hay sectores del aparato del Estado que lo estimulan, especialmente los intendentes”, señaló Altamira. Y al respecto agregó que “hay que distinguir lo que es un estallido social, del planteo nuestro que es una huelga general, porque la misma tiene reivindicaciones, propósitos y es un buen ámbito para organizarse”.

Además relató que siempre estuvo en contra de los estallidos: “El estallido del 2001 es un ejemplo y Duhalde ya tenía un esquema diseñado para suceder a De la Rúa con apoyo de Alfonsín presionado por la burguesía que quería terminar con la convertibilidad porque tenían deuda en pesos”.

En cuanto a Silvia Saravia, dirigente de Barrios de Pie, explicó que vienen advirtiendo al Gobierno que "es un momento muy difícil con niveles de pobreza e indigencia muy altos", hizo hincapié además en el aumento de los precios de los alimentos "que hace que vayan a comer a los comedores gente que trabaja" y que ante eso no hay respuestas.

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“Esto genera una situación compleja porque tampoco hay herramientas suficientes de contención o las que hay sirven cada vez menos. Todo esto puede dar pie a que si algún sector quiere producir algún nivel de desestabilización, tenga campo para eso”, afirmo Saravia.

Para la dirigente de Barrios de Pie, “el mayor problema es que hay mucha gente que no tiene para comer, entonces, este gobierno que asumió diciendo que iba a empezar por los últimos para mejorar sus condiciones hoy está lejos de eso”.

Por el lado de Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, aseguró que “más allá de los dichos de Grabois con semejante niveles de desocupación, de precarización laboral, de pobreza y aún de indigencia no se puede descartar ninguna escenario y un estallido en una rebelión popular”.

A su vez ejemplificó con casos que el dirigente considera similares, “cómo ocurrió inclusive en América Latina en los últimos años Chile, Ecuador, Colombia y Perú son ejemplos de que los programas de ajuste que se aplican, como ocurre hoy en Argentina, producen la reacción popular”. Y destacó que “puede tener forma de estallido social o de otras formas de la bronca de los trabajadores y el pueblo”.

 

Qué dicen los dirigentes cercanos al Gobierno

 

Quienes rechazan de manera tajante la posibilidad de un estallido social son los dirigentes que muestra una orientación política ligada al Gobierno: Emilio Pérsico, Luis D’Elía y la Confederación General de Trabajo (CGT).

Por un lado; Emilio Pérsico, dirigente del Movimiento Evita, manifestó públicamente que no ve peligro de saqueo y que no es momento de discutir el Salario Universal considerando la corrida bancaria.

Luis D’Elía, apuntó con mayor fuerza crítica a Juan Grabois ligándolo a Horacio Rodríguez Larreta, mientras pidió denunciarlo con fuerza y aseguró “que no hay ninguna posibilidad de que haya un estallido social, ni ahora, ni dentro de unos días, ni el mes que viene”.

D'Elía señaló que lo importante es “recuperar la estabilidad política. Perón decía que la paz social le abre camino a la paz política y esta es la que garantiza la paz económica”.

Ante la consulta de PERFIL a fuentes de la CGT afirmaron categóricamente que no hay posibilidad alguna de un estallido social y que corre por cuenta de quien lo dice –en referencia a Grabois-.