La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) anunció el pasado miércoles que iniciará a reducir su estímulo monetario (tapering) a fines de noviembre, al recortar en u$s15.000 millones mensuales su programa de compra de bonos, que hasta ahora funcionaba por un importe de u$s120.000 millones al mes.
En el marco de una nueva reunión de política monetaria, las autoridades del banco central estadounidense aseguraron que la decisión es por la “sustancial mejora” de la economía, aunque reconocieron que la inflación, que en septiembre cerró con una tasa interanual del 5,4% (la mayor en 13 años) es todavía alta.
La Reserva Federal va rumbo a disminuir el estímulo, lo que bajaría la inflación
En tanto, el Comité Monetario de la entidad estimó que se realizarán "reducciones similares" cada mes, con ajustes "si se justifican por la evolución de las perspectivas económicas". De ese modo, en el caso de que la inflación sea demasiado elevada, la reducción de estas compras será mayor, antes de empezar a aumentar las tasas de referencia, que seguirán cercanas a cero hasta que la inflación haya alcanzado el 2% y esté "en camino de superar moderadamente el 2% durante algún tiempo".
En relación a las causas de los altos índices inflacionarios, la Fed explicó que radican en las dificultades de la oferta mundial, que tendrían que disminuir con la recuperación de la producción, luego de la grave crisis producto de la pandemia por Covid-19. "Los desequilibrios de la oferta y la demanda por la pandemia y la reapertura de la economía contribuyeron a alzas de precios importantes en algunos sectores", dijeron desde la Reserva Federal.
Inflación por “factores que se espera sean transitorios”
En el contexto de una economía que afronta la peor crisis de suministros desde la del petróleo de 1973, la entidad norteamericana insistió en que la presión inflacionaria tiene que ver en gran parte a “factores que se espera sean transitorios”.
“Es difícil predecir la persistencia de los efectos de los problemas logísticos, y en especial el de la inflación”, dijo Jerome Powell, presidente de la Fed, al tiempo que agregó que “está claro que es un momento de incertidumbre”, pero pronosticó que “deberíamos ver el descenso de la inflación para el segundo o tercer trimestre” de 2022.
Además, subrayó que la Fed puede esperar para subir los tipos, excepto que la coyuntura obligue a hacerlo antes, aunque con el inicio de la temporada navideña deberán poder determinar si la contracción de la oferta representa una amenaza inflacionaria tan grande que justifique una política monetaria más estricta, o si afortunadamente la economía volverá a la normalidad, lo que permitiría una política monetaria más flexible.
CFT/ff