En 2022, y por segundo año consecutivo, las exportaciones energéticas aumentaron significativamente menos que las importaciones: 58.9% y 120.2% respectivamente con relación a 2021, dejando un déficit comercial energético de US$ 4.470 millones.
En la última década, Argentina registró un déficit comercial energético en 9 de 10 años, presentando un superávit únicamente en el 2020, año marcado por la pandemia de COVID-19 que paralizó el comercio internacional.
Los datos se desprenden del informe Informe anual de hidrocarburos en Argentina elaborado por Instituto Argentino de Energía “General Mosconi” el cual señala que el saldo comercial energético ha sido deficitario desde el año 2012, con excepción del 2020, pero el 2022 fue el año récord de importaciones energéticas “aunque también lo fue de exportaciones”.
¿A qué se debe que Argentina lleve 11 años en déficit?
“La Argentina dejó de ser un país autoabastecido, un país exportador. Entre 1989 y el 2011 el país tuvo una balanza comercial positiva, es decir, más exportaciones que importaciones. Fue un país con excedentes de varios productos”, comenzó explicando Jorge Lapeña, Presidente del Instituto Argentino de Energía “General Mosconi”, en diálogo con PERFIL.
El déficit comercial con Brasil fue el más grande desde 2018
“Dejó de ser un país autoabastecido porque desde la política en los años '90 y fundamentalmente desde la venta y reestructuración de YPF se abandonó la exploración petrolera, que era la herramienta con la cual la Argentina buscaba nuevos prospectos petroleros, hacía descubrimientos y ponía en producción los nuevos yacimientos”, añadió Lapeña.
“Toda esta actividad exploratoria que es el corazón de la actividad petrolera se discontinuó y el no explorar generó que, la producción tanto de petróleo como de gas, declinara. Esta es la causa por la cual la Argentina pasó de ser un país exportador a uno dependiente del exterior”, señaló el también ex secretario de Energía.
¿Cómo se explica el millonario déficit del 2022?
En la recaudación tributaria que se conoció en los últimos días se observa que entró un gran flujo de divisas al país por la exportación de granos, impulsado por los elevados precios de los alimentos que generó la guerra en Ucrania. Sin embargo, también se pagó muy cara la energía importada, por lo que se explica el rojo en la balanza.
“Argentina evidentemente es un exportador de granos de jerarquía mundial, por lo que el incremento de los precios de esos commodities por la guerra en Europa generó que las exportaciones tuvieran un mayor valor. Ahora, en energía, el país importa más de lo que exporta. Además, por la guerra aumentó el precio del petróleo, del gas y sobre todo del GNL, entonces este mayor precio de las importaciones es el que provoca el gran impacto negativo sobre nuestra balanza comercial energética”, se lamentó Lapeña.
Al ser consultado sobre las proyecciones para el 2023 del saldo comercial energético del país, aseguró: “La balanza comercial energética será negativa, también, sin duda”.
Vaca Muerta: la esperanza por la que habrá que esperar
El tesoro bajo los pies que esconde Vaca Muerta es en el que el actual Gobierno y el próximo ponen todas sus esperanzas para retornar al camino de la soberanía energética y volver a ser un país exportador.
Sin embargo, el sueño está lejos de alcanzarse para Lapeña, en tanto la construcción de la infraestructura necesaria para convertirse en un país excedentario requiere de una gran inversión, de la que el sector privado no tiene muchas ganas de participar.
La balanza comercial comenzó el año con signo negativo
“El Gobierno espera el boom de Vaca Muerta, pero para que ese boom se materialice con exportaciones es necesario construir una infraestructura de gasoductos, puertos y plantas de licuefacción de gas que tienen un altísimo costo y el sector privado no está dispuesto a asumir esos riesgos”, aseveró.
“Por ejemplo, la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner lo está haciendo una empresa estatal que prácticamente no tiene financiamiento alguno. Entonces, depender de Enarsa para construir la infraestructura necesaria resulta utópico”, concluyó el ex Secretario de Energía.
LR