Las trabas a las importaciones y el cepo al dólar están afectando a las firmas internacionales más prestigiosas de joyas e indumentaria que poseen franquicias en la Argentina, algunas hace más de treinta años. La persistencia de estas restricciones sumadas a la caída del turismo están provocando una pronunciada merma en las ventas lo que lleva, en muchos casos, al cierre de las filiales.
Al cierre de marcas como Escada, Yves Saint Laurent, Ermenegildo Zegna, Calvin Klein o Emporio Armani, se sumó ahora el de la compañía francesa de relojes y joyas Cartier, que bajaría sus persianas en octubre. La mayoría de estas marcas se ubica en la zona de Recoleta, sobre la elegante avenida Alvear, una de las más caras de Buenos Aires, y en Galerías Pacífico.
Como el 100% de los artículos que ofrecen son importados, la mayoría de las marcas de lujo de los locales presentan pocos en exposición e informan que tampoco tienen en stock para mantener la operación.
Hace nueve meses que la firma Chanel se instaló en Argentina, en las Galerías Pacífico, realizando una inversión inicial muy importante. Sin embargo, los resultados fueron distintos a los que esperaban. Mirtha Conde, encargada de la filial, cuenta a PERFIL que la boutique porteña es igual a las de otros lugares del mundo, con el mismo diseño, con el mismo mobiliario, importado directamente de Francia. Como regla interna, “los lanzamientos y novedades se hacen al mismo tiempo en todas las tiendas a nivel internacional, pero aquí se tuvieron que demorar y muchas todavía no se pudieron lanzar”, lo que les trajo quejas de clientes locales y del exterior.
Si bien esta firma pudo prever algunos problemas y compró más stock de mercadería antes del cierre de las importaciones, Mirtha cuenta que les “afectó mucho el primer semestre del año” y todavía están esperando un próximo embarque que les informaron llegará el 31 de agosto.
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