Mientras la actividad económica baja y los ingresos fiscales aumentan, el Gobierno no encuentra un balance en su política de subsidios. La mayor parte del dinero que se ahorró al recortar el dinero que se giraba a las empresas de gas, aumento de tarifas mediantes, fue a parar al financiamiento de Aerolíneas Argentinas.
La empresa volvió a manos del estado el 17 de diciembre de 2008 y hoy es dirigida por Mariano Recalde, hijo del abogado moyanista, quien reconoció que el déficit de la compañía en junio pasado ascendía a 240 millones de pesos. O sea: unos ocho millones por día.
Para cubrir ese déficit, el Gobierno gastó 1.205 millones de pesos entre enero y junio de este año -unos $6,7 millones diarios-, informó el diario La Nación. La suma casi asciende a los $1.389 millones que el Estado ahorró en subsidios a las empresas de energía, un 17% menos de lo invertido en ese mismo período de 2008.
Antes de la re-estatización de Aerolíneas Argentinas, sólo se transfería $1,3 millones por semestre. Los fondos financian las pérdidas de la empresa, aunque los funcionarios aseguran que también se hacen inversiones, como la compra de nuevos aviones, algo que la empresa no hacía desde 1992.
No todos los subsidios se redujeron: el Gobierno gastó $15.242 millones para mantener los precios de los alimentos básicos en el área metropolitana, un 24% más que el año pasado, según el último informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), publicado hoy por La Nación. El reporte destaca que los subsidios crecieron menos que en años anteriores, cuando el gasto aumentaba más del 100 por ciento cada año.
Por suerte para el gobierno, la recaudación de junio aumentó un 10,2 por ciento respecto del año anterior. En lo que va del año los ingresos fiscales acumulados ascienden a 172.755 millones de pesos, un 13,9 por ciento más que en 2008. Sin embargo, el gasto primario creció un 30 por ciento: los gastos, incluído el pago de la deuda, generaron un déficit de $1735 millones, según La Nación.