Desconcierto. Así definen en el sector bancario la sensación que provocó la reglamentación de la Ley Antisalideras por parte del Banco Central, que entre otras cosas, propone que las entidades retengan los celulares de los clientes que ingresan a las sucursales.
Los directivos de las entidades públicas y privadas consultados por PERFIL expresaban ayer que se enfrentan a una gran cantidad de problemas de implementación.
“Vamos a tener que poner una, dos o tres personas por sucursal para que se encarguen del trabajo de retirarle los teléfonos celulares a cada cliente que entra”, se quejaban ayer desde un banco de capital extranjero. “No tenemos la menor idea de cómo hacer para instalar un sistema de lockers en todas las sucursales, y mucho menos, nos imaginamos cómo se puede hacer para chequear si un cliente tiene o no un celular encima”, mencionaron desde una de las cámaras del sector.