Los fondos buitre y holdouts que mantienen el litigio con la Argentina por la deuda que entró en default en 2001 sumaron esta semana el pedido de “resarcimiento” al juez Thomas Griesa por la falta de pago oficial. Ayer, más fondos se integraron al reclamo que según los analistas puede generar un mayor volumen de deuda por los intereses.
Para el abogado especialista en reestructuraciones de deuda del estudio Garrido, Eugenio Bruno, “lo que está en juego” con ese reclamo es “que se deba una cifra mayor por intereses”.
Otros analistas lo interpretaron como un intento más de los fondos buitre por presionar a una negociación para garantizar el pago del fallo original de los US$ 1.330 millones más intereses que otorgó Griesa a NML y los fondos Aurelius, Blue Angel y una decena de holdouts individuales.
La lista incluye a Adami, Angulo, Capital Markets, Dorra, FFI, Foglia, Guibelade, LA Capital, y Wilton, entre otros.
Ahora otros grupos de tenedores que quedaron afuera de las órdenes de Griesa se sumaron en las últimas horas al pedido de “resarcimiento”.
Sin embargo el monto final del reclamo -que se llegó a estimar en unos U$S 25.000 millones si el juez le garantizaba a todos los holdouts el mismo trato que a NML- todavía no está establecido.
A principios del mes pasado una Cámara de Apelaciones cuestionó el monto establecido por Griesa de pago a los “me too”, los tenedores que esperan cobrar lo mismo que los que judicializaron la causa en un primer momento y lograron un fallo a favor.
El juez, entonces, fijó esta semana una nueva audiencia para el 8 de septiembre con el objetivo de recalcular el pago garantizado a los “me too”, que en el cálculo original del juez implicaba unos US$ 5.400 millones. Con los pagos de intereses, no obstente, la deuda crecía en un 30 por ciento.
Los fondos buitre, en tanto, insisten con la vía del embargo, que se canaliza a través de la causa del Discovery que permite establecer qué bienes pueden ser aplicados al pago de la sentencia.
Mientras tanto, esta semana el Gobierno cerró financiamiento por bonos atados al dólar por unos US$ 1.000 millones para cerrar el programa financiero de este año, lo que se suma al swap de monedas con China mientras que el ingreso de los dólares comerciales es cada vez más escaso.
“Tenemos que arreglarlo pero en condiciones razonables, justas y que no comprometan el futuro de los argentinos; los fondos buitre se tendrían que sentar con más cordura, sin estar tan envalentonados”, concedió sobre el toma y daca con los fondos buitres el ministro Axel Kicillof en las últimas semanas.
“El mercado apuesta que un acuerdo con los holdouts es la llave para salvar el 2016”, señaló el economista de Econométrica, Ramiro Castiñeira en el último informe de la consultora mientras que los candidatos a la presidencia prevén la negociación con los holdouts para allanar sus planes de retomar el endeudamiento externo, aunque algunos -como el sciolismo- no lo ven como condición necesaria para volver a los mercados.
