Ante más de 250 empresarios del selecto Club del Petróleo, Sergio Massa aseguró que con inflación del 40% y cepo al dólar no hay explotación posible de Vaca Muerta. Pero con el mismo énfasis hizo hincapié en un punto que pasó desapercibido: pidió “paz social”. “Hay que hacer un acuerdo con los trabajadores para que tengan claro que hay una discusión una vez al año y que después debe haber compromiso con el proyecto”, abundó. A su lado asintió Alejandro Bulgheroni, dueño junto a su hermano Carlos de la mayor fortuna del país y socios en Bridas, accionista de la petrolera PAE, que quedó marcada a fuego por los destrozos en una protesta sindical en 2012.
“Ale”, como le dice Massa a Bulgheroni, es el vicepresidente del Club aunque no suele asistir a los almuerzos privados como el realizado el martes pasado en el Hotel Plaza. Allí, saludó a Ricardo Delgado, uno de los economistas del tigrense que coordina temas energéticos. Massa, a su vez, se ha visto en algunas oportunidades con Marcos Bulgheroni, hijo de Carlos y sobrino de Alejandro, uno de los herederos que suele mostrarse como un empleado más de la compañía. Llegó al entorno del Frente Renovador de la mano del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre.
Además de paz social, Massa propone otorgar beneficios impositivos a la inversión en yacimientos no convencionales, entre otras ideas que ha tomado de Daniel Gerold, uno de los mayores expertos de la industria, titular de la consultora G&G Energy Consultants, que entre sus clientes tiene a las mayores compañías del sector, incluida PAE.
Por otro lado, Massa se opuso a los cambios en la Ley de hidrocarburos pero no planea modificarla: incluye beneficios para los grandes jugadores del mercado.
