El ministro de Economía, Sergio Massa, logró sortear con elegancia los tres dígitos de inflación en 2022 . Si bien el 94,8% anual que difundió el Indec colocó a la Argentina entre los cuatro países con mayor suba de precios mundial, el equipo económico apostó a evitar el impacto psicológico del 100% y, en ese sentido, lo logró.
Ahora concentrará toda su artillería en cumplir la meta del 60% para este flamante 2023. Por eso, lo que pase con el dólar blue será crucial porque funciona como el valor de referencia a la hora de fijar los precios de la economía, pero además porque este año habría más sequía en el ingreso de divisas, según anticipa la mayoría de los analistas. Hacia adelante, el equipo económico apuesta a renovar el programa de Precios Justos, luego de marzo, cuando finalizará, de acuerdo a la normativa vigente. A esa “referencia de precios” el equipo de Massa le atribuye la desaceleración del ritmo inflacionario en los últimos meses del año pasado luego del dramático 7,4% de julio 2022. Fue tras la salida del exministro Martín Guzmán, quien ayer volvió a cargar indirectamente las tintas contra el equipo que hoy conduce el Palacio de Hacienda y cuando el dólar blue perforó (de manera ascendente) los $ 300. Hoy se ubica en el umbral de los $ 400 a tan solo diez días hábiles de haber comenzado el flamante 2023.
Los técnicos apuestan a seguir con Precios Justos más allá de marzo
Ayer, la moneda paralela alcanzó un nuevo máximo nominal, escaló ocho pesos tras la sexta rueda consecutiva en alza y la brecha cambiaria superó el 100%. Ese cierre a 370 pesos fue el máximo de la gestión de Alberto Fernández.
En el gabinete económico le atribuyen a Precios Cuidados y también (y fundamentalmente) a las negociaciones políticas y reuniones del ministro con el sector privado el hecho de que se haya abandonado el 6% mensual que parecía un piso estable en la escalada inflacionaria del año pasado. Ahora la apuesta es a que el 5% mensual se transforme en un 4% en el primer trimestre de 2023.
Tras el anuncio del Indec, Massa tuvo un gesto político fuerte por parte del Banco Central, que conduce Miguel Pesce, con quien el ministro encontró delicado pero sólido equilibrio de convivencia.
Luego de que se supo que la inflación en diciembre fue del 5,1%, el Central decidió mantener las altas tasas de interés.
El directorio del BCRA mantuvo la tasa de política monetaria y dijo que seguirá actuando “con prudencia ante la evolución de la tasa de inflación, que se ubicó en diciembre en 5,1% en el nivel general”. En este sentido, la autoridad monetaria consideró que mantener inalterada la tasa de referencia “contribuirá a la desaceleración gradual de la inflación en el mediano plazo, consolidando la estabilidad financiera y cambiaria”.
Los desafíos para contener el alza de precios y, en especial, el impacto que tiene en los reclamos de paritarias y de asistencia social recién comienzan y lo mismo pasa en los reacomodamientos políticos dentro y fuera de la coalición gobernante. Combo fuerte y en año electoral.