La liquidación cero de soja, a una semana de la puesta en marcha del Programa de Incentivo Exportador, no pudo ser tapada ni por el efecto del conflicto portuario, ni siquiera por los argumentos técnicos que las cámaras sectoriales esgrimieron para defender la marginal operación de “dólar soja” que hubo en la semana. En el Ministerio de Economíaencontraron un responsable de la movida que le costó al Banco Central casi US$ 200 millones en lo que va de la semana: Antonio Aracre y su plan para devaluar y desdoblar el tipo de cambio.
La situación fue tan grosera que generó un inesperado alineamiento del ministro Sergio Massa y del presidente del BCRA, Miguel Pesce. Al menos así la calificaron fuentes del equipo económico consultadas por PERFIL, que sortearon los conflictos en el entorno técnico para concentrarse en las razones políticas de una movida que aún busca autor. Sucede que la teoría de “lobo solitario” del ex asesor presidencial no cierra en el quinto piso del Palacio de Hacienda. Al menos, creen que hubo negligencia en la conducción vertical del funcionario.
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Si bien es cierto que existió un primer intento por mostrar “normalidad” en la suba del dólar blue y de las tensiones en los financieros, desde ayer en distintas oficinas del Banco Central se hablaba de corrida cambiaria. Todo originado con el presunto plan que Aracre le presentó al presidente Alberto Fernández, que llegó primero a manos de algunos periodistas antes de que tuviera un vistazo de Massa y de Roberto Lavagna, para muchos, el cerebro detrás de las acciones del Palacio de Hacienda.
El factor Aracre
“Las cerealeras suspendieron la liquidación ayer por la propuesta de Aracre de devaluación del 60% y desdoblamiento. Acordaron mañana (jueves) volver a cargar órdenes. A las 13, presentaron el cronograma para mañana y viernes”, fue el argumento, off the record, que usaron distintas fuentes para cubrirse ante un eventual fracaso doble: la mini corrida bancaria de los dólares alternativos y la crisis del “dólar soja”, que llevó al BCRA a cortar la racha compradora de cinco días y a desprenderse de casi US$ 200 millones.
Massa contaba con el acuerdo de caballeros que firmó con las exportadoras para usar esos dólares en caso de que se renovara la presión cambiaria. La pulsión del mercado estaba en los cálculos del jefe del Palacio de Hacienda, pero no tenía en agenda el “boicot interno”, que se iba a complementar con “la traición del campo”, de la que hablaron en su entorno, apenas un día antes de la salida de Aracre del Gobierno. Los US$ 36 millones liquidados el martes fue la antesala del vaciamiento de las exportaciones del miércoles, consideraron fuentes oficiales.
De ser así, los exportadores tuvieron la cualidad de olfatear un escenario de incertidumbre cambiaria o, en su defecto, accedieron a información privilegiada desde adentro del propio Gobierno. Recién después de cerrar el mercado comenzó a circular el paper de Aracre, que paralizó las liquidaciones. “O había intenciones de forzar una decisión de Massa, o se buscó beneficiar a un sector”, se quejó un funcionario del entorno ministerial.
¿Massa candidato?
Según pudo saber este medio, Massa tiene en agenda un menú de funcionarios que podrían asumir en el Ministerio de Economía si es que toma la decisión de lanzarse como precandidato presidencial. La avanzada se retrasó debido al impacto de la inflación y las tensiones en el mercado cambiario. Pero la danza de nombres, que incluye al viceministro Gabriel Rubinstein, al jefe de asesores Leonardo Madcur y hasta el titular del Indec, Marco Lavagna, pudo haber sido la razón de la encerrona de Aracre, con aval en algún espacio del albertismo, según calcularon fuentes massistas.
Los temores de autoboicot generaron que los dólares paralelos recuperaran la brecha del 90% y se acercaran al ritmo inflacionario. Porque si bien es cierto que el blue había perdido mucho terreno contra la cobertura de la remarcación de precios, en Economía pensaban que se iba a aplicar una suerte de crawling peg del paralelo, con subas menos bruscas. “Es increíble que exista un efecto cotidiano de limar de poder a los funcionarios que tienen la capacidad de ayudar a estabilizar la crisis”, se quejó otro asesor ministerial.
Ya sin Aracre en la cancha, Massa buscará retomar la iniciativa política. Por eso es que ajustó con las cerealeras la recuperación del tiempo perdido. Quiere evitar utilizar antes de tiempo la herramienta de la venta de bonos soberanos para intervenir en el mercado secundario. Esa carta estaba guardada para las tensiones que se desatarán durante el período de elecciones primarias y generales. Nadie duda, en el Mecon, que “habrá que pasar el invierno para esquivar una devaluación brusca, con efectos hiperinflacionarios”.
Algo más que un paro
“El BCRA asistió con US$ 197 millones las necesidades en el mercado de cambios. En CAM9 no se registraron operaciones, y el acumulado en esta tercera etapa se mantiene en US$ 997 millones”, señalaron fuentes del mercado, en torno a la operatoria del Central. Existe un factor exógeno: la paralización de todos los puertos, debido a un conflicto gremial, impulsado por la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra). Esa protesta, en un sector clave para Massa, se enmarcó en el endurecimiento del discurso de la CGT ante el Gobierno.
Un comunicado de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina buscó despejar especulaciones de sus empresas socias en la no liquidación de soja: “CIARA desea informar en relación a la implementación de Decreto 194/23 sobre dólar agro (soja), que las empresas socias llevan ingresado divisas por 1500 millones de dólares desde comienzos de mes, de los cuales mil millones corresponden al dólar soja, e ingresaron en carácter de prefinanciaciones y anticipos de exportación como habitualmente sucede. La comercialización de soja se encuentra demorada por varias razones, pero sobre todo por cuestiones climáticas, por lo tanto, el programa de compras de soja y registros de contratos de exportación de soja y productos derivados continua activo y las empresas van a estar trabajando hasta el día 31 de mayo como establece el mencionado decreto”.
No hubo críticas del Gobierno a los empresarios por la actitud especuladora de las empresas. Sí quedó claro que algunos sectores del Gobierno desnudaron la interna del oficialismo, para compensar las explicaciones formales de las cámaras exportadoras. En esa pelea quedaron alineados el Ministerio de Economía y el Banco Central, pero dejó en off side a algunas dependencias oficiales directamente vinculadas con el sector afectado, quienes asumieron como válido el argumento técnico, sin margen para otra explicación. “¿Qué tiene que ver Aracre?”, preguntó una fuente oficial, a contramano de la información que el propio Massa había dejado trascender.
