La feria de La Salada, ubicada en la costa del Ríachuelo en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, sigue dividiendo aguas en la opinión pública: a las declaraciones del ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, quien defendió a los puesteros cuestionados por trabajar en la presunta ilegalidad, ahora se sumó el recaudador bonaerense Santiago Montoya, que criticó la apología de la feria y afirma que "debe cumplir la ley".
Todo comenzó el pasado 31 de marzo, cuando el ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Alfonso Prat Gay, publicó una columna de opinión defendiendo al centro comercial y a los puesteros que allí trabajan, acusados de trabajar en la ilegalidad. "Es imposible estar a favor de la microempresa y en contra de La Salada" , afirmó Prat Gay , hoy candidato a diputado en la Ciudad de Buenos Aires por la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió.
"La Salada es indefendible", respondió -en otra columna de opinión- Osvaldo Cornide, titular de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), entidad que también publicó una solicitada rechazando las expresiones de Prat Gay. Los empresarios sostienen que La Salada es la mayor feria de comercio ilegal de América Latina: emplea a 20 mil personas en negro y factura 140 millones de pesos mensuales, según Cornide.
Ahora se sumó a la polémica Santiago Montoya, director de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA). En una columna de opinión, publicada hoy por el diario Clarín , el funcionario criticó las afirmaciones de Prat Gay, sostuvo que "La Salada debe cumplir la ley" y defendió los resultados de su gestión.
"Es cierto que allí miles de hombres y mujeres de bien se ganan la vida con gran sacrificio", escribió el funcionario, agregando que "desde el Estado debemos facilitarles la formalidad, que es protección laboral y previsional, así como cobertura de salud y posible acceso a vivienda".
"No atacamos a los puesteros, los ayudamos a formalizarse. En 2004 establecimos un régimen especial de Ingresos Brutos, según el cual las administradoras registran al puestero y perciben el anticipo del tributo cuando alquilan el puesto. En 2003 casi no había puesteros inscriptos, y en el último control, lo estaba el 77% (no todos al día con todo). Falta, pero demuestra que desde Arba no los encerramos en una situación de informalidad sin salida", aseguró Montoya.
El titular de ARBA cree que "si de verdad queremos ayudar a esas personas, debemos mirar detrás de los puesteros", quienes "son víctimas de explotación por zares del mercado negro, que les distribuyen materias primas y productos terminados, incluso de marca".
En La Salada "también operan falsificadores de productos y hasta circulan mercaderías robadas y de contrabando" y dichas redes clandestinas "abastecen todo el país", algo que el funcionario afirma haber comprobado la semana pasada durante un operativo en Jujuy. "Facturan cerca de 10 millones de dólares por semana y atienden más de 50 mil clientes cada jornada; muchos, redistribuidores", sostuvo Montoya, y concluyó: "La Salada es uno de los mayores mercados del planeta según la Unión Europea".