ECONOMIA
pesan lOS PRECIOS, la recesion y la presion impositiva

Pánico a que usen las encuestas para la persecución fiscal distorsiona medición

Acusan a la UCA de no medir ingresos medios y altos, y ésta reconoce que creció la subdeclaración desde 2007 por la desconfianza en el Indec. Por eso mejoraría el Gini.

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El escandaloso debate que entablaron los técnicos de la Encuesta de la Deuda Social (EDSA) de la UCA con funcionarios y militantes estadísticos del kirchnerismo se tornó desopilante e irracional. Como se recordará, durante la semana la UCA reveló que la pobreza en 2014 era de 28,7% de la población, apenas 0,7 punto porcentual superior a la de 2013, bastante poco considerando la estanflación reinante.
No obstante, Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social (ODSA), concluyó que la mejora social de la última década es innegable y positiva; que de 2003 a 2011 se produjo una recuperación sensible de la situación social por las asistencias del Estado (ver pág. 20) como por la mejora en el acceso por sectores vulnerables a servicios e infraestructura. También que no fueron suficientes los esfuerzos porque la pobreza reviste ya un carácter estructural. Finalmente, que desde 2012 el deterioro social se hizo palpable por la inflación y la falta de empleo. Hubo fuertes expresiones del doliente peroprogresismo oficialista, corrido por izquierda por una Iglesia empoderada por la visita de Francisco a Ecuador, Paraguay y Bolivia con un discurso radicalizado sobre la opción preferencial por los pobres y basado en el documento de Aparecida.
En materia de ideas y técnicas, le pegaron a la UCA, pero sin presentar seriamente números indiscutibles de algo así como un instituto oficial, algo así como un Indec que funcionara bien.

Distribución. El oficialismo achaca al ODSA que les otorga un peso excesivo en los números a localidades con más pobres y que en las mediciones de la distribución del ingreso no calcula adecuadamente los ingresos medios-altos, ya que, de hacerlo, mostraría una mejor fotografía social.
Salvia se ocupó de explicarlo. Efectivamente, a diferencia del Indec, la UCA mide en conglomerados de más de 80 mil habitantes, cuando el Indec lo hace a partir de 100 mil. Sin embargo, las mayores manifestaciones de pobreza se encuentran en los mayores conglomerados urbanos, donde las políticas públicas tienen menos llegada a todos los rincones e insumen más recursos.
La imputación de que no se miden correctamente los sectores de ingresos medios y altos fue reconocida en la EDSA-UCA, en relación con el coeficiente de Gini, que les da mejor que al Indec.
El coeficiente de Gini puede variar entre 0 y 1. Refleja desigualdad absoluta en 1 e igualdad total si está en 0. La Argentina descendió (mejoró), según el Indec de 0,435 en 2010 a 0,405 en 2012. Pero entre 2013 y 2014 repuntó levemente –más desigual– hasta 0,415. La EDSA tiene similar tendencia, pero entre 2013 y 2014 muestra un deterioro más suave de la igualdad. Gini sólo habría subido a 0,410, mientras que la metodología del Indec lo sitúa en 2014 en 0,415.

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Temor. El problema sigue siendo el de la falta de estadísticas confiables. Si la intervención al Indec de 2007 buscó que se pagaran menos intereses en los bonos ajustados por CER o desestimar el crecimiento para pagar menos intereses del cupón PBI, existe un efecto indirecto que mejora los índices de distribución. Es por un efecto “pánico”. Salvia explicó que ellos corrigen las declaraciones de ingresos de sectores medios-altos que tradicionalmente tienden a subestimarlos.
Los que más ganan no responden encuestas. Y, desde 2007, la subdeclaración de ingresos crece cuando los ingresos son mayores, cuando hay más inflación, recesión y/o se extrema la presión impositiva. (¿Adivinen dónde y cuándo se dan esas condiciones?).
La UCA cree que el falseamiento de datos del Indec habilitó una sensación de arbitrariedad y que la gente decodifica erróneamente –según Salvia– una amenaza de uso coercitivo-impositivo de esa información, un temor a que caiga en manos de la AFIP. Por eso se declara mucho menos y afecta en los cálculos de distribución del ingreso. De eso no se habla.