“Es importante que la Argentina siga siendo competitiva.” La advertencia no salió de un empresario automotor más, sino que la pronunció William Ford Jr., nada menos que el bisnieto de Henry Ford, fundador de la multinacional del mismo nombre que ayer festejó sus cien años en el país con un almuerzo y show en el hotel Hilton de Puerto Madero.
Tras comer sentado junto a Enrique Alemañy, presidente local de la compañía, y al conductor radial Mario Pergolini, que suele promocionar sus modelos, el estadounidense recordó que la Argentina fue la segunda filial abierta fuera de Norteamérica, en 1913, el mismo año en que se implementaba la línea de montaje móvil ideada por el padre de la producción en cadena, que se conoce con un derivado de su apellido, fordismo.
Ford Jr. aseguró luego, en una conferencia de prensa de 15 minutos, que “es importante que la Argentina siga siendo competitiva, ya que exportamos el 70% del volumen producido”. Además, apuntó que “la Argentina como todos los países debe tener la mayor cantidad de acuerdos de libre comercio posible”.
Consultado por PERFIL sobre el impacto que tiene para la firma el pedido oficial de que las multinacionales no giren dividendos a las casas matrices, tras aclarar que no está al tanto de temas coyunturales contestó: “Si así fuera, haría más difícil una producción eficiente, y la Argentina tiene que seguir siendo competitiva a nivel mundial”.
En el balance de los cien años en el país, no hubo mención alguna al rol de la compañía durante la dictadura militar, por la que han sido investigados directivos por delitos de lesa humanidad, ni a la provisión de vehículos Falcon al gobierno de facto sin identificación para secuestros. De forma global, en tanto, Bill Ford opinó: “En cien años hemos visto todo tipo de situaciones económicas, hemos visto políticos de todo el espectro, y también políticas impositivas que han cambiado drásticamente”. El directivo contó además que recientemente se pusieron en producción dos proyectos globales en Brasil que serán vendidos a todo el mundo, y no detalló si hay algún plan de hacer un modelo en la Argentina. Aseveró que lo peor de la crisis automotriz global fue entre 2006 y 2007, y que ya ha quedado atrás. “No caímos en bancarrota como algunos competidores”, había dicho al hablar ante el auditorio minutos antes. General Motors, otro gigante automotor estadounidense, debió ser rescatado por la Casa Blanca en 2009.
Alemañy, a su turno, detalló que la producción en la planta de Pacheco, al norte de la Ciudad de Buenos Aires, trepó 33% en 2013 y que se invirtieron $ 500 millones en los últimos tres ejercicios.