Cristina Kirchner festejará el nuevo récord de producción y ventas del sector automotor con un regalo especial. En junio, cuando se inicie la campaña electoral, los cero kilómetro lucirán en sus patentes una letra K como inicial. Cuando los Kirchner llegaron a la presidencia en 2003, la inicial era la E, y el mercado apenas sobrevivía a la crisis de la convertibilidad. Desde entonces, el complejo automotriz no paró de crecer. Alimentado por las ventas a Brasil y un mercado interno que se motoriza para resguardarse de la inflación, se convirtió en el motor del crecimiento industrial.