La Sociedad Rural Argentina (SRA), Federación Agraria (FAA), Confederaciones Rurales Argentina (CRA) y CONINAGRO iniciaron hoy un paro por 48 horas, con el objetivo de que el Gobierno revise la política que lleva adelante con los productores agropecuarios, después del anuncio del nuevo esquema de gravámenes a las exportaciones de granos presentada por el ministro de Economía, Martín Lousteau,
En el primer día de la medida de protesta, Perfil.com conversó con productores de las distintas ciudades del interior del país, y pudo conocer el clima que se vive en las pequeñas localidades provinciales en relación a la medidas del Gobierno.
Mariano Aztíz, presidente de la Sociedad Rural en Tres Arroyos, adherido a la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), señaló a Perfil.com que la ciudad “está bastante convulsionada”, por lo que considera medidas “prácticamente confiscativas” de parte del Gobierno.
Aztiz manifestó que el acatamiento al paro en Tres Arroyos "es total”. “Yo recorrí cooperativas y no se ha hecho ninguna operación. Tampoco hay pedidos de traslado para cargas de hacienda para mañana”, contó el productor, quien agregó que el paro “no va a afectar” al mostrador.
Dramática situación para el pequeño productor. En tanto, para los pequeños productores de granos que no tienen campo propio, la situación es dificultosa. Hernán Burali, de Empalme Villa Constitución (sur de Santa Fe), contó a Perfil.com: “Los medios no reflejan nuestra realidad”.
“Yo soy un pequeño productor y tengo bronca. A mí me matan con el alquiler y la inflación en dólares de los productos es enorme”, explicó Burali, quien lamentó la “venta en negro” de cereales y que el Gobierno “siga favoreciendo a los grandes productores”.
Trabajador de un campo junto a otros dos personas, el productor señaló que “al Gobierno le conviene que queden pocos productores”, al tiempo que lamentó que las “altas” retenciones no vuelvan a la sociedad.
“¿Con qué fin poner retenciones si no vuelve nada? La ruta por la cual tengo que trasladar el cereal está hecha mierda”, se quejó Burali, quien manifestó que los rumores de desabastecimiento son lanzados por el Gobierno para poner en contra a la gente del campo.
En ese sentido, Alejandro Mareque, de la ciudad de Máximo Paz (a 70 kilómetros de Rosario) explicó a Perfil.com que los gobiernos "nunca tocaron los intereses de los intermediarios", quienes, plantea, "inciden en el aumento de los precios".
"La Expo Chacra no es el reflejo de los pequeños productores del interior del país", insiste Mareque, que pretende dejar en claro que la situación en el campo no es próspera para todos. "El disfofato (que es fundamental para la producción de soja) pasó de valer U$S 2 a valer U$S 8", relató indignado el productor.
Adherido a FAA, Mareque criticó al Gobierno porque quieren ser "socios en las ganancias (en referencia a las retenciones del 45 por ciento), pero no en las pérdidas", al tiempo que manifestó que los créditos para los pequeños productores "son usurarios".
Retenciones móviles, una dificultad. Finalmente, una nueva cuestión que se presenta, es la imposibilidad futura de los productores de granos de conocer cuál será el valor de su cosecha, debido al esquema de retenciones móviles.
Los principales referentes del mercado vaticinaron el final de cotizaciones previsibles , puesto que deja a los productores sin un marco de referencia para los precios.
Al respecto, Mareque aseguró irónico que en la Argentina "nunca se pudo hacer ningún cálculo de costo de las cosechas: uno, por el tiempo; dos, por los gobiernos que no sabés qué medida van a tomar". El productor cerró con una lapidaria frase: "A los productores pequeños no nos subsidian, sno que nos suicidan".
