El sacudón por el default, que el Gobierno asegura debe denominarse de otra manera, causa intranquilidad en torno al acuerdo de intercambio de monedas, swap, que el Poder Ejecutivo firmó con China hace dos semanas, y por el que se había garantizado la posibilidad de tomar prestados hasta US$ 11 mil millones (en yuanes convertibles) para reforzar las reservas del Banco Central.
Desde que fracasaron las gestiones para un acuerdo del Ministerio de Economía con los fondos buitre demandantes en Nueva York, se generaron interrogantes sobre el impacto en el convenio de una situación que incluso la calificadora de riesgo china Dagong Global Credit Rating, denomina default o cesación de pagos.
“Si es como el que firmamos en 2009, con default se caería”, había dicho ayer por la mañana al periodista Pablo Wende en Radio El Mundo el ex gerente y director del Banco Central, Carlos Pérez.
Rápidamente, desde la entidad que preside Juan Carlos Fábrega indicaron que es cierto que en aquel acuerdo una cesación de pago dejaba sin efecto lo firmado, pero que en este convenio, esa cláusula anti-default no se incluyó. “Esa es la realidad, y se va a terminar de confirmar cuando lo usemos dentro de un tiempo”, explicaron allegados al titular del órgano monetario.
En la Cámara de Comercio Argentino-China, que participó de cerca en la agenda y la firma de los convenios del presidente chino Xi Jinping cuando visitó a la presidenta Cristina Kirchner, ponen reparos sobre cómo afecta el default el convenio para las reservas.
“Vamos a tratar de averiguar si impacta o no, porque no se conoce el texto del swap o la financiación”, indicó Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la entidad. El funcionario, cercano a Carlos Spadone, el titular de la cámara binacional, recordó que el swap firmado en la gestión de Martín Redrado en el Banco Central sí se caía con un default, pero que “éste no sabemos, porque es mucho más flexible, pero no se conoce el texto”. Según explicaron en el Central, el pacto del acuerdo con China es confidencial.
En chino.Después de Standard&Poor’s y Fitch Rating, dos de las agencias internacionales de calificación crediticia más importantes que pusieron al país en la categoría de “default selectivo” luego del 30 de julio, ahora fue el turno de otra firma, en este caso china. La Dagong Global Credit Rating decidió rebajar la calificación en moneda extranjera de la deuda argentina de CC a D. “Dagong sostiene que el fracaso del Gobierno de la Argentina para pagar los intereses de los bonos intercambiados en tiempo entra en el criterio de deuda en default”, señaló la agencia del gigante asiático.
En el Ministerio de Economía restan importancia a la palabra de las calificadoras, cuestionadas en todo el mundo luego de su rol en la crisis hipotecaria de 2008. Ahora, son las que etiquetan a la Argentina en default, cuando los esfuerzos oficiales son por negarlo.