En medio de la negociación para captar dólares y armar el colchón de US$ 15 mil a veinte mil millones que prometió el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay para el próximo mes, el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, se reunió con el presidente Mauricio Macri y ratificaron el plan de financiamiento para los próximos cuatro años por US$ cinco mil millones, una cifra en línea con anuncios anteriores.
“El nivel de préstamos del BID venía descendiendo, pero esperamos que este año sea de US$ 1.250 millones”, dijo Prat-Gay tras el acuerdo. Sin embargo, esa cifra ya se había establecido en el último encuentro entre Moreno y el ex ministro Axel Kicillof en Washington. Así, los US$ cinco mil millones se desprenden de un monto que ya estaba establecido.
Además de los créditos ya anunciados, se incorpora un programa de operaciones nuevas por US$ 800 millones en 2016 que “va a ser objeto de definición en el ejercicio de programación que se hará con las nuevas autoridades en enero”, según indicaron fuentes de la entidad crediticia. En ese marco se redefinirá la ‘estrategia país’ que determina el destino de los créditos.
La cartera del BID con la Argentina llega a US$ 7.966 millones, de los que falta desembolsar US$ 3.952 millones. Sobre ese total, US$ 2.038 millones “podrían ser ajustados para alinearlos a las prioridades del Gobierno y financiar de ese modo las propuestas Pobreza Cero y Plan Belgrano para el Norte Argentino”.
Por fuera del programa para los próximos años, el financiamiento del BID incorpora US$ 1.500 millones para el Proyecto Binacional del Túnel de Agua Negra entre Argentina y Chile, que impulsó el kirchnerista José Luis Gioja. Los desembolsos del BID se basarán en préstamos acumulativos a lo largo del período de construcción que se estima en ocho años.
También Europa. Por otra parte, fuentes diplomáticas confirmaron la visita en el primer trimestre de una delegación del Banco Central Europeo que podría anunciar líneas de financiamiento para empresas europeas que operen o quieran desembarcar en la Argentina. El fondeo europeo corresponde a un intento de las empresas por reafirmarse en la región, en medio de una pulseada por no cederle espacio a China y los Estados Unidos. Para esto, el embajador de la delegación europea en la Argentina manifestó su esperanza de que el acuerdo Mercosur-UE se cierre en el transcurso de 2016.
Por su parte, las negociaciones también rondan al Banco Mundial por estos días, que también analiza con el nuevo gobierno el plan de financiamiento. Según el programa, hay US$ 3.500 millones s para préstamos
