ECONOMIA
Oferta y demanda

Precios de los inmuebles a la baja: el propietario propone y el mercado dispone

En el sector inmobiliario el 2021 se ha caracterizado por la búsqueda de un equilibrio. En cuanto a precios, con una baja del 1% mensual en el valor de las propiedades, ese aspecto siempre lo define el mercado.

Venta de inmuebles
Profunda caída del valor de los inmuebles | Cedoc

¿Por qué aún no encuentran su piso el precio de las propiedades? El análisis puede abarcar varias aristas. Todas ellas importantes. Pero, en definitiva, es el mercado el que está marcando el ritmo. Se trata de una máxima del sector inmobiliario que aplica a otros tantos aspectos de la economía cotidiana.

Si bien estamos en un momento en el que se dan algunas operaciones, nos acercamos a la fecha (previo a las Fiestas y hasta fines de enero) en que tradicionalmente el mercado inmobiliario ralentiza sus operaciones. Incluso, quienes habitualmente aportaban algo de energía al sector en estas fechas hoy ya no abundan: aquellos compradores venidos del interior que se decidían por hacer una inversión para renta o para uso de sus hijos estudiantes.

Aprovechamos entonces para recapacitar sobre lo que nos pasa. Y nos encontramos con que el mercado se detiene ante la falta de crédito hipotecario. Ante la falta de una herramienta que universalmente le permite a una persona alcanzar el sueño de la casa propia. Pero Argentina parece estar fuera de ese universo.

El futuro inmobiliario está en Detroit

Con una inflación que no detiene su vuelo y con un dólar que trata de seguirla de cerca, es imposible encontrar las bases de un plan que permita dinamizar el sector. No descubrimos nada nuevo si nos comparamos con cualquiera de nuestros vecinos y caemos en la realidad de que nuestra economía no es tan sólida como la de Chile o Brasil. Y nuestra moneda tampoco lo es. Y por ende, no es creíble. Nadie en su sano juicio abandonaría un puñado de dólares para suicidarse hacia los pesos.

El salto que dio el dólar a partir de abril de 2018 pateó el tablero e hizo que los créditos hipotecarios de 2016/2017 levantaran la bandera blanca de rendición. El crédito se hizo inalcanzable y pasamos, una vez más, de la ilusión al desánimo.

Una idea suelta al aire en medio de una tormenta económica. Quizás analizar la posibilidad de habilitar la compra de dólares a precio oficial contra escritura traslativa de dominio sea una medida que despierte interés y permita salir al mercado inmobiliario de su larga hibernación.

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Y nuevamente la pregunta: ¿por qué en este escenario bajan las propiedades? Porque el mercado es el que decide, el que marca el rumbo. En definitiva, si el precio tiene que bajar es porque no se ubica en el punto en el que la oferta se cruza con la demanda.

Y aquí aparece un aspecto fundamental de la profesión. La mala tasación. El dar rienda suelta al valor que señale el vendedor de la propiedad. No sólo se trata de una realidad económica que nos indica que el valor de las propiedades se ubica por encima de lo que el mercado está dispuesto a convalidar. Se trata también de evitar una mala praxis inmobiliaria: decirle al vendedor lo que quiere oír. O, incluso peor, no decir nada.

En este sentido, el mercado inmobiliario se divide entre quienes publican para vender y quienes publican para especular. Y los precios bajan por publicación o por oferta.

Lo que tiene que tener en claro aquel que vende es que sin consulta no hay muestra, sin muestra no hay oferta, y sin oferta no hay venta. En definitiva, si la demanda no se está encontrando con la oferta es tarea del profesional inmobiliario lograr que ese punto de conexión se logre.

En definitiva, mientras la economía termina de acomodarse (o no) quienes desarrollamos esta profesión somos los responsables de tasar con seriedad y trabajar para que comprador y vendedor se encuentren.

* Director de la inmobiliaria Depa