ECONOMIA
Inflación

Preocupado por la estabilidad, el FMI evalúa las medidas tomadas por Massa

El organismo aseguró que discute el programa para darle sostenibilidad fiscal al gobierno y reforzar reservas. La llegada de dólares es clave.

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Fondo. Último encuentro de Massa en EE.UU. con el equipo del FMI de Georgieva. | NA

El Fondo Monetario Internacional admitió que está "evaluando" el paquete de medidas que tomó el ministro Sergio Massa, y sostuvo que mantiene una discusión con los funcionarios argentinos para "reforzar el programa y salvaguardar la estabilidad a la luz de la grave sequía". El jefe del Palacio de Hacienda depende del visto bueno del organismo multilateral de crédito, con el objetivo de lograr un adelanto de los desembolsos que deberían llegar en junio y septiembre próximos, que suman USD 10.600 millones. El objetivo del Gobierno es evitar una devaluación brusca que impacte en nuevos aumentos en los precios al consumidor, tras el golpe del 8,4% de abril, de modo de sostener capacidad operativa y la iniciativa política para que el oficialismo pueda enfrentar, de manera competitiva, las elecciones presidenciales de octubre próximo.

"Estamos evaluando las medidas. Como hemos dicho anteriormente, seguimos discutiendo formas de reforzar el programa y salvaguardar la estabilidad a la luz de la grave sequía. Esto incluye políticas para mejorar la sostenibilidad fiscal y fortalecer las reservas, ambas esenciales para reducir la inflación, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables", afirmó un portavoz del FMI, consultado por PERFIL.

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El FMI teme que exista una “desestabilización” política, cuando todavía faltan 60 días para las elecciones primarias en la Argentina. La caída en desgracia del gobierno de Alberto Fernández también significaría un golpe para la directora del organismo, Kristalina Georgieva, quien debería renovar su mandato el año que viene. El Fondo insistió en la necesidad de profundizar el ajuste fiscal y acelerar la devaluación controlada, pero admitió incorporar la crisis que desató la sequía. La inflación es uno de los puntos que preocupa en Washington, ante el impacto que generará en “los más vulnerables”, y su correlato en un escenario de reclamos sociales que inunden las calles del país.

El equilibrio de Massa en una sola jugada

Las medidas de Massa intentaron contentar a tres partes en una sola jugada. Las negociaciones con el Fondo son “diarias” y están a cargo del viceministro, Gabriel Rubinstein, y del jefe de Asesores, Leonardo Madcur, por el lado del Palacio de Hacienda; y del encargado de la misión argentina en el FMI, Luis Chebeddu, según señalaron desde su entorno más cercano. El objetivo fue intentar responder a las demandas que el organismo tenía de antemano para avanzar en el pedido del Gobierno de redefinir el programa de repago de la deuda.

Es por eso que los anuncios incluyeron un efecto sorpresa para el mercado, con suba de tasas en línea con las proyecciones inflacionarias, pero especialmente para mostrar la capacidad de control en el tablero de decisiones en el diseño macroeconómico. “Orden político, para que haya orden económico”, había trazado el ministro la semana pasada, durante un acto con sectores agroganaderos bonaerenses, lo que significó una reasunción de la iniciativa ante el golpe en las góndolas de la corrida cambiaria que había ensayado el mercado dos semanas antes. Massa no iba a convalidar una nueva presión sobre el dólar.

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La suba de tasas para los plazos fijos buscó ponerle tope a la dolarización preelectoral adelantada, que se evidenció con la incertidumbre cambiaria. Pero la contrapartida con una baja en el financiamiento del consumo y para la actividad productiva fue una señal a sus socios del Frente de Todos. Pensando más específicamente en el kirchnerismo, el jefe del Palacio de Hacienda puso a su hombre de máxima confianza a perseguir a los “especuladores” de la remarcación: el jefe de la Aduana, Guillermo Michel. Sin desplazar al “dialoguista” (según lo denominan irónicamente desde el Instituto Patria) Matías Tombolini de la Secretaría de Comercio, Massa buscó alinearse con los reclamos de mayor dureza con los empresarios que no respetaron los acuerdos de precios.

Los reclamos del kirchnerismo, resistidos por el Fondo

Tendrá, sin embargo, que lidiar con los reclamos estacionales de shock de bolsillo que surgieron una vez más del seno camporista. El socio de Massa y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, volvió con la fórmula que había incomodado un año atrás al entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. En ese momento, en tándem con quien era presidente de la Cámara de Diputados, en la batería de medidas que buscaban llevar alivio a los bolsillos de los trabajadores. El actual jefe del Palacio de Hacienda aplicó su fórmula pro clase media, con la suba del mínimo no imponible para el pago de Ganancias.

El pedido del kirchnerismo para otorgar una suma fija que compense la caída de los salarios ante la avanzada inflacionaria, la reapertura de las paritarias por sectores y hasta un medio aguinaldo de junio con bono extra chocará contra los reclamos del FMI de ajustar más las cuentas para que cierre el programa de equilibrio que busca hacer cumplir el organismo multilateral de crédito. Allí Massa deberá hacer equilibrio entre la necesidad del bolsillo de los trabajadores, en la entrada a la recta final de las PASO y el guiño de ajuste. En el retrovisor aparece la fórmula aplicada con la moratoria jubilatoria, resistida por el Fondo e impulsada por el Instituto Patria, según señalan desde el quinto piso del Palacio de Hacienda.

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El ministro de Economía buscará tejer esas alianzas para sostener la paz social y, de esa manera, conseguir la bendición de la vicepresidenta Cristina Kirchner para saltar a la arena electoral. Los funcionarios y dirigentes de su confianza consideran que “en los próximos días habrá una señal que permita coordinar la comandancia electoral con el control del tablero económico”. “Si se logra alinear las expectativas electorales con la certidumbre de un plan económico de largo plazo, las medidas serán más duraderas, porque tendrán validez política. Hasta tanto, es día a día”, admitió a este medio un integrante del equipo económico.

AM / ED