El Consejo Económico y Social acordó diez puntos básicos para buscar la recuperación económica que dará paso a una serie de reuniones sectoriales. La presentación que el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas hizo ante empresarios, gremios y representantes de la sociedad civil marcó tres ejes básicos: cortar con 45 años de bajo crecimiento, mejorar expectativas y generar previsibilidad y cerrar la grieta. Entre los argumentos del decálogo se remarcó que no se busca devaluar ni deteriorar las condiciones laborales.
Con la estabilidad económica y la creación de empleo de calidad como uno de los ejes, el Gobierno ratificó que se logra con una “política fiscal, monetaria y cambiaria prudente”, además de equilibrios externos, regulación de flujos financieros y "sin ciclos de endeudamiento irresponsables". En la reunión estuvo el ministro de Trabajo Claudio Moroni además de Héctor Daer (CGT), Miguel Acevedo (UIA), Hugo Yasky (CTA), Ivan Szczech (Cámara de la Construcción); Jose Martins (Consejo Agroindustrial); Edgardo Llanos (APA); y Silvia Martinez (CINA), entre otros.
En el punto sobre la pobreza y cómo bajarla, la presentación que hizo el ministro de Desarrollo Productivo sostiene que se necesita empleo de calidad, crecimiento y divisas “para evitar devaluaciones que empobrecen a las mayorías”. También incluyó la mejora de la competitividad y volvió a aclarar: “sin recurrir a devaluaciones”.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Reforma laboral. “Todo proceso de mejora sostenida de la calidad de vida de las y los trabajadores en el mundo se dio con suba de la productividad”, sostiene el Gobierno. “Pero la suba de la productividad no puede ser bajo la forma de la flexibilización laboral o el deterioro de las condiciones laborales, sino que debe resultar en mejoras tanto para el empresario (vía mayores ganancias) como para el trabajador/a (vía mayores salarios)”, agregan.
Al consenso de que “hay que exportar más”, se sumó la idea de que “ningún sector productivo sobra”. En un intento de alejarse de la idea de los “sectores inviables” y los pedidos de reconversión como el que el Macrismo puso en marcha con el ensamblaje de computadoras, Kulfas marcó que hay que mejorar la competitividad de todos los sectores y “terminar con la grieta campo e industria”. En ese marco, también planteó: “No tenemos tantos recursos naturales como generalmente se cree”, según su presentación de este mediodía. Y aseguró que “cuando se descuidó a la industria, el país terminó con déficits comerciales más grandes y crisis de balanza de pagos”.
Cerrar la grieta también abarca la vieja pelea entre mercado interno y externo. Desde la visión del Gobierno “el mercado interno ayuda a que las empresas aprendan a producir mejor, a ganar escala y salir a exportar luego, como ocurrió en muchos países hoy desarrollados, lo que permite potenciar exportaciones futuras”.
Otro eje del acuerdo son las políticas de promoción para la creatividad e innovación, donde se toman los ejemplos de Europa y otras regiones de industria 4.0 “Las políticas de desarrollo productivo retornaron en los países desarrollados. Nada más lejos de la realidad que la idea de “la mejor política industrial es aquella que no existe”, detalló Kulfas.
Medioambiente. En medio de los incendios que atacan biodiversidad y producción en gran parte del país y mientras se cuestionan proyectos como la instalación de criaderos a escala de cerdos para abastecer a China, el funcionario aseguró que “la agenda ambiental es absolutamente fundamental en toda política productiva”.
El plan incluye achicar las brechas de género y reconoce que hasta ahora “las políticas productivas en el mundo se han preocupado muy poco por atender a las desigualdades existentes en la estructura productiva”. Las mujeres perciben un salario horario 13% inferior al de los varones pero en la industria la diferencia pasa a ser del 26%. Las brechas de género son particularmente muy elevadas en los sectores de alta productividad y en aquellos que exportan.
“Debemos integrarnos más al mundo en el futuro, pero con una mirada pragmática de la apertura/proteccionismo”, concede el decálogo sobre la política comercial externa. Y para el interior, plantea una política de desarrollo regional para romper el desequilibrio territorial que “ha generado una configuración macrocefálica, con un AMBA que explica un 35% de la población nacional, lo cual genera múltiples externalidades negativas”, que quedaron expuestas, por ejemplo, con la pandemia.
Bajo estos ejes, esta semana comenzarán las reuniones sectoriales. La primera mesa sectorial será el próximo 22 de octubre con representantes de la industria metalmecánica y automotriz. El lunes 26 se reunirá la mesa sectorial de la construcción; el 29 de este mes los sectores textil, indumentaria, calzado y cuero; y el 30 será el turno de la industria alimenticia.
