En medio del grave conflicto que atraviesa el país como consecuencia del enfrentamiento entre las
entidades rurales y el Gobierno nacional por las retenciones,
Río Negro, una provincia con historia en producción de fruta,
apuesta a convertirse productora de biodiésel para el autoabastecimiento de sus
productores.
Las autoridades, a través de la Secretaría de Fruticultura, ya pusieron en marcha la primera
etapa de un programa experimental que implantará, por el momento, más de 100 hectáreas con cultivos
de colza y cártamo con un presupuesto provincial de 170 mil pesos.
El ingeniero Pablo Moratti, Director General de la Secretaría de Fruticultura de Rio Negro,
explicó en diálogo con
Perfil.com que el objetivo en “encontrar alternativas de diversificación a los
productos tradicionales de la región para pequeños productores frutícolas”.
Según explicó en funcionario, el plan piloto consta de
tres etapas. La primera, de ejecución obligatoria, busca “proveer insumos al
productor que entre en el plan y asesoramiento técnico”. Mientras que el productor se
compromete a hacer todos los trabajos necesarios para llevar adelante el cultivo, la provincia se
compromete a entregarle semillas y a brindar asesoramiento técnico permanente”, explicó
Moratti.
Luego, la idea es poner en marcha la “ejecución condicionada”. “El
productor no esta obligado a seguir los lineamientos del programa. Puede comercializar su
producción como quiera”, comenta el Director General de la Secretaría de Fruticultura, aunque
aclara que se impulsará una venta integrada. “El proyecto es poder entrar en la etapa de
industrialización a través de un proceso integrado de toda la producción, y después eventualmente
la venta o la producción de biodisel”.
Debate mundial. Mientras que en Inglaterra científicos asesores del gobierno dudan
de la real eficacia del biocombustible, aseguran que puede llegar a producir un
aumento generalizado en el precio de los alimentos y advierten que podría
exacerbar el cambio climático en vez de luchar contra él, Moratti se muestra optimista con el
proyecto en Río Negro y niega consecuencias de este tipo.
Según Moratti, el proyecto no afectará la producción de frutas en la región se
trabaja “sobre tierras ociosas o sobre tierras que dejaron de pertenecer al sector
frutícola por obsolescencia”. “Si habláramos de producir biocombustibles a
partir de maíz, de la soja, de sorgo o de cultivos que son alimentariamente estratégicos sería una
cosa. Pero si hablamos de producir a partir de cártamo, de colza, estamos hablando de cultivos que
no son estratégicos para le consumo”, agregó el funcionario rionegrino.
Proyecto a pequeña escala. El proyecto no apunta a generar un mercado para la
exportación, sino que apunta a un proyecto local para abastecer a la provincia para el autoconsumo.
“No hay fines de exportación”, aclaró Moratti, y agregó que, de prosperar exitosamente,
se trata de “una alternativa para los pequeños productores, que es encontrar los caminos de
modernización productiva”.