Tras varios meses de polémica mediática, ayer la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que apunta a la promoción de la producción de equipos electrónicos en la provincia de Tierra del Fuego, a partir de un incremento de impuestos internos para productos importados y producidos en el país, con la única excepción de esa provincia.
El proyecto se aprobó por 136 votos a favor, 61 en contra y 18 abstenciones. La medida grava los productos electrónicos importados así como los fabricados en el país con la excepción de una selección específica producida en Tierra del Fuego, con lo cual busca desarrollar el polo tecnológico en ese territorio austral. Sin embargo enfrenta fuertes críticas por un posible encarecimiento del mercado.
La ley establece la baja a la mitad (de 21 a 10,5%) en la alícuota del IVA para los fabricantes fueguinos y un aumento de los impuestos para productos electrónicos importados.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, Gustavo Marconatto, defendió el proyecto, al que calificó como una iniciativa "en defensa de la producción nacional y de los puestos de trabajo", así como "la mano de obra calificada". Además, la consideró el "primer paso en la sustitución de importaciones".
La ley grava productos que en el resto del país no se fabrican y que se espera que después de su sanción de produzcan en Tierra del Fuego, por eso se resolvió sacar de la planilla anexa a las "notebooks", ya que existen en algunos lugares como en Santa Fe PYMES que las fabrican.
Ismael Briasco, emprendedor del rubro internet y fundador de psicofxp.com consideró negativa la medida: "Es una ridiculez esto de que fomenta el desarrollo tecnológico en Argentina. En nuestro país no se fabrica nada, sino que se ensambla. Hay una realidad y es que no somos atractivos para empresas tecnológicas".
En diálogo con Perfil.com, agregó que la medida "lo que hace es alejar a la gente más pobre que no puede acceder a computadoras con estos impuestos". En cuanto a la consecuencia para las empresas que utilizan las nuevas tecnologías, consideró que "estamos obligados a comprar artefactos de electrónica que vienen del exterior porque acá no se producen. Aca no se van a hacer, con lo cual se van los costos altisimos". Por último, explicó que el objetivo del proyecto no es otro que "recaudar más".
Alejandro Prince, experto en el mercado de tecnología y director de la consultora Prince & Cooke, habló con este portal acerca de la medida adoptada en Diputados y pidió que "los senadores piensen en el futuro y no en la caja o los pactos políticos". Desestimó los fundamentos del proyecto que presentó el Gobierno, ya que "es rídiculo incluir a los celulares como bienes suntuarios".
"Que se quiera desarrollar una industria local me parece espléndido, pero que se debata con los sectores que correspondan", explicó Prince y agregó que la brecha digital que actualmente existe en el país "aumentará con medidas de este tipo".
En cuanto al aumento de recaudación que busca obtener el Estado, Prince consideró que no será tal, ya que "subirán los precios y por ende se venderá menos y recaudarán menos IVA y menos impuestos a las ganancias. Esto hará que haya un incremento de la informalidad"
Aumentos. Un estudio de brecha digital realizado por Marco Marketing Consultants, compañía especializada en servicios de Marketing demostró que, en caso de aprobarse el impuesto propuesto por el gobierno a determinados productos electrónicos, el país retrocedería a niveles similares a los de 2007. Como consecuencia directa del impuesto, la brecha digital podría ampliarse, en promedio, un 24% en comparación con Chile, Brasil y México.
Según el estudio, además los precios de las computadoras de escritorio aumentarían un 15% y el de las notebooks un 34%, revirtiendo los resultados positivos que se viene observando desde hace dos años.
Ramiro Izurieta, Gerente General de Marco Marketing Consultants, comentó al respecto: “Agregar más impuestos sólo puede generar una mayor brecha digital. Sobre todo, en contextos donde el salario promedio en dólares está bajando”.