El Poder Ejecutivo continúa elevando el gasto público de cara a las elecciones de noviembre, ya que se resolvió en estas últimas horas un nuevo incremento de partidas en el Presupuesto, lo que lleva a que haya un incremento del déficit en esta segunda parte del año, que se está solventando en gran medida con una emisión monetaria, lo que genera gran preocupación entre especialistas.
En estas últimas horas el Gobierno, por medio de una decisión administrativa, aumentó el gasto público en $8.959 millones, siendo los ministerios de Turismo y Deportes, y de Cultura, los más beneficiados.
Pero hay que recordar que ya a principios de este mes, el Gobierno había dispuesto un incremento en el gasto público de $708.000 millones.
Si se suman los otros refuerzos presupuestarios dispuestos a lo largo de 2021, el Presupuesto aprobado por el Congreso fue ampliado en alrededor de un billón de pesos, cifra que representa un incremento del 12,1%.
Alertan por endeudamiento en pesos y más emisión
El nuevo reparto de mayor presupuesto tiene diversos destinos. En primer término, el Instituto Nacional de Semillas, un organismo descentralizado del Ministerio de Agricultura, recibió $100 millones adicionales; a otro Ministerio, el de Turismo y Deportes, se le asignaron $3.710 millones para atender el financiamiento del Fondo de Auxilio para Prestadores Turísticos, destinado a asistir a empresas del sector, uno de los más golpeados por la pandemia.
Por su parte, a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), se le asignaron $219,3 millones para "afrontar las erogaciones correspondientes al personal contratado mediante el acuerdo de servicios de gestión con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)".
Otros $580 millones fueron a las arcas de la Secretaría de Medios y Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros, "a los efectos de cumplir con los compromisos vinculados a la ejecución de la publicidad oficial" vinculada con las elecciones legislativas.
En tanto, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) fue beneficiada con más recursos para "la atención de los gastos que hacen al normal desenvolvimiento de la entidad", mientras que el Ministerio de Cultura percibió $2.840 millones para "contribuir al sostenimiento de sectores de la cultura, mediante la implementación de diversas medidas, entre ellas el programa ‘Argentina Florece’".
Este último Ministerio también tendrá una partida adicional de $220,2 millones para el desarrollo de programas impulsados por el Instituto Nacional del Teatro.
Al Ministerio de Salud se destinaron $458,3 millones para posibilitar el desarrollo de campañas de comunicación institucional.
Por último, el Ministerio de Ambiente percibió $930 millones para "lograr una correcta ejecución de las necesidades emergentes de los préstamos BIRF (Banco Mundial) ‘Proyecto bosques nativos y comunidad’ y ‘Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos’", y también para la Administración de Parques Nacionales.
Más allá de cómo se conformó la asignación de las nuevas partidas presupuestarias, el gasto está creciendo en un momento donde la mejora de la recaudación impositiva parece haber llegado a un techo, especialmente por el lado de las retenciones, ya que en esta época desciende en forma estacional la liquidación de ventas externas del campo.
La recaudación anticipa freno de la actividad
Este aumento del gasto está siendo en gran medida compensado con una mayor emisión monetaria, ya que en la primera mitad de agosto, el Banco Central le giró a Tesorería un monto de unos 200 mil millones de pesos aproximadamente.
Los analistas coinciden en que toda esta “vorágine” de emisión monetaria está solventando un déficit que se ubica en un nivel cercano al 4,5 por ciento del PBI y cuyas consecuencias se estima se empezarán a ver cerca del cierre del año, con un importante aumento de la inflación y mayor presión sobre el tipo de cambio.
Pero además, en el transcurso de los últimos meses, pandemia mediante, el Ejecutivo no sólo recurrió a la mayor emisión sino que también se observó un fuerte crecimiento de la deuda para justamente solventar esa expansión del gasto y del déficit.
Cómo crece la deuda bruta de la administración nacional
Frente a este panorama, los números hablan por sí solos. En concreto, la deuda bruta de la administración nacional ascendió en julio a US$ 343.894 millones, lo que significó un incremento de US$ 374 millones en comparación con junio, según cifras de la Secretaría de Finanzas.
Desde el comienzo del año la deuda aumentó en US$ 8.312 millones y US$ 30.595 millones desde el inicio de la presidencia de Alberto Fernández, aunque a diferencia de lo que ocurrió durante el gobierno anterior, en este caso la misma se ha colocado en pesos y no en moneda extranjera.
Contabilizando los compromisos con el Banco Central, julio finalizó con una reducción de US$ 747 millones, y el incremento acumulado anual baja US$ 7.607 millones, y a US$ 18.031 millones desde el comienzo del Gobierno.
En julio la causa principal del incremento neto de la deuda fue la política cambiaria, porque elevó la parte ajustable por inflación en el equivalente de US$ 1.175 millones.
Según el relevamiento habitual de la Oficina de Presupuesto del Congreso, en julio se cancelaron títulos públicos de mercado por el equivalente a US$ 4.969 millones, en su mayoría en pesos por $474.782 millones, incluyendo la amortización de Boncer TC21.
Durante julio no se registró financiamiento neto mediante Adelantos Transitorios, por lo que el stock se mantiene sin cambios desde abril en $1,45 billones.
La Secretaría de Finanzas agregó que en julio cancelaciones de adelantos del BCRA por el equivalente a US$ 1.421 millones, y asumió nuevos compromisos en esa condición por US$ 188 millones.
LR