Julio Bárbaro participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado en Periodismo de Investigación que organiza el Grupo Perfil junto a la Universidad del Salvador (USAL), en la que remarcó la influencia que Mauricio Macri tiene en el canal de noticias del Grupo La Nación. “Si en LN+ hablás mal de Macri, no te vuelven a invitar”, sostuvo.
El ex diputado también recordó los años de plomo de Argentina en los 70, reconoció que participó de enfrentamientos armados y que cuando ingresaba al Congreso le entregaban un revólver. “Tiré en la dictadura, no maté a nadie. Tiré porque en esa época íbamos armados. Entré como diputado en 1973 y la Cámara entregaba a cada diputado una pistola 9 milímetros. Entonces era habitual, en las reuniones de Comisión, ver todas las armas juntas, pero apartadas en otra mesa”, declaró Bárbaro en el Ciclo de Entrevistas a cargo de Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación.
—¿Qué se juegan en las elecciones del año que viene?
—Creo que estamos obligados a reconstruir un proyecto porque hoy no lo tenemos. Hoy no tenemos nada, la denuncia y la acusación no dan votos. Un ciclo se cierra cuando otro se abre, yo como peronista lo acompañé a Macri porque me parecía que Daniel Scioli era peor, aunque estaban empatados, cabeza a cabeza. Un día a uno de los dos le regalé un libro y me dijo que él no leía libros.
—¿Quién le dijo que no lee libros?
—Scioli. Pero Macri tampoco los lee.
—¿Qué opina sobre el fenómeno Milei?
—Lo aprecio a Milei. Pero la economía no resuelve la política y la antipolítica es solo una etapa, como esas parejas que se rompen y se separan por un tiempo. Eso es Milei. El problema es que no puede conducir. No quiero ser chicanero, pero Milei es la expresión de los ricos y acá hay cada vez más pobres. Que los ricos se junten y lo aplaudan me parece maravilloso, pero que los pobres lo voten me parece que no va a ocurrir.
—Usted ha publicado en Infobae diálogos muy interesantes de los momentos que compartió con el histórico dirigente de la resistencia peronista Jorge Rulli, que participó de la lucha armada. ¿Qué recuerda usted de esa época?
—Recuerdo el momento en el que cae el peronismo. Recuerdo que Perón había hecho un diálogo con Mao Zedon y derivado de ello Rulli va a aprender guerrilla a China. Rulli es la dignidad en estado puro, un verdadero guerrillero. Yo alguna vez tiré, pero soy un hablador. En cambio, Rulli pasó 11 años en la cárcel, es un guerrero. Lo que me desilusionó de la época fue que algunos de los que soñaron en ese momento luego se hicieron ricos, mientras que otros murieron por la causa que defendían porque el cuerpo no aguanta. Si yo hubiera afanado no me lo aguanta el cuerpo ni la conciencia. La gente me para por la calle para saludarme o sacarse fotos, si hubiera robado esto no ocurriría.
—Acaba de decir que “alguna vez” disparó un arma. ¿Cuándo fue y qué pasó?
—Tiré en la dictadura, no maté a nadie. Tiré porque en esa época íbamos armados. Entré como diputado en 1973 y la Cámara entregaba a cada diputado una pistola 9 milímetros. Entonces era habitual, en las reuniones de Comisión, ver todas las armas juntas, pero apartadas en otra mesa.
—El de 1973 era un gobierno democrático.
—Sí, era democrático, pero en la Argentina de ese momento se producían episodios de violencia.
—¿Qué opina de la propuesta para reformar la Corte Suprema?
—Defiendo esta Corte. Si no podemos elegir a los delegados, menos vamos a poder elegir a la Corte. Horacio Rosatti fue ministro de Néstor Kirchner y fue el único que en los últimos treinta años que renunció para no firmar algo que tenía olor a coima. Es el prestigio en estado puro. Del otro lado tenés a Zafarronchi, que es el arrastrado de la humanidad. Cuando yo estaba secuestrado, exiliado, Zafarronchi no dio un Habeas Corpus. Por otro lado y, por casualidad, se hizo de algunos departamentos que luego se volvieron prostíbulos. Es un miserable. Entonces, ésta Corte es la más digna que puede tener esta sociedad hoy. De los cuatro miembros a Juan Carlos Maqueda lo puso Eduardo Duhalde, a Ricardo Lorenzetti lo puso Kirchner, no podemos tener una Corte de los milagros.
—¿Por qué piensa que Macri estuvo en la lista de invitados de la boda de Jorge Lanata?
—Pienso que Lanata tiene buena imagen, pero no tiene buen gusto. Fui muy amigo de Macri, lo voté, lo apoyé y nunca le pedí nada a cambio ni le acepté nada. A Macri no le da la cabeza para mucho, Macri no deslumbró con su talento. Justamente, hace poco fui a LN+, donde sé que Macri tiene mucho poder. En LN+ hablás mal de Macri y no te vuelven a invitar.
—¿En LN+ no quieren que se hable mal de Macri?
—Sucede que hoy nadie sabe quiénes son los dueños de los medios. Somos un país tan enfermo que hay un canal para meter preso a Macri y otro canal para meter presa a Cristina. Habría que meter en un psiquiátrico en los dos. Vos pasás de C5N a LN+ y ves cómo exageran el odio, lo dan vuelta y a ese mismo odio lo amasan y otra vez lo mismo.
—Usted tiene una relación personal con Jorge Bergoglio. ¿Por qué cree que el Papa no visita la Argentina?
—Le dije a Bergoglio que si la historia nos regaló un hombre de su importancia y se va de este mundo sin venir a saludarnos, más que un regalo va a terminar siendo un trauma. Obviamente, no le gustó nada. Pero también, le dije que si el Papa hubiera sido brasileño, al que hablaba mal de él en Brasil lo tiraban del Maracaná. Y me respondió que si hubiera sido chileno también hubiera pasado lo mismo. No somos una patria estructurada, somos una grieta en la cual se cae todo. Que Francisco no venga a Argentina quedaría como otra huella más de nuestra propia estupidez, de esas que ya tenemos muchas.
—¿Qué efecto tuvo la figura de Bergoglio como Papa en durante las presidencias de Cristina y de Macri?
—Cuando Jorge Bergoglio fue electo Papa, Cristina lo odiaba y todos los bobos de La Cámpora comenzaron a insultarlo. Después se dieron cuenta de que Francisco era una figura mundial y fueron corriendo hacia él, Cristina rebobinó y se amansó. Imagínense cómo mira el mundo el hecho de que al Papa no va a visitarlo el Presidente de su propio país. Cristina finalmente fue y atrás fue Eduardo Valdés porque quería ser embajador. Después, el Papa se distanció del macrismo porque Macri es tonto.
—Agradecemos su participación en el Ciclo de Entrevistas de Perfil Educación y le damos la posibilidad de cerrar el reportaje con un comentario final que usted quiera hacer.
—La Italia del caos nos regaló el Renacimiento, la Suiza del orden sólo le dio a la humanidad dos variedades de quesos y un vermouth. Quiero decir que para una generación joven encontrar un país sin rumbo y asumir el desafío de devolvérselo es lo mejor que les puede regalar la vida. Si quieren vegetar váyanse a otro país organizado: Lavan platos, son gerentes, es lo mismo. Pero si quieren tener un rol en la historia, la Argentina está justa para eso. Y es lo mejor que les puede pasar.
Por Patricia Miranda, Magdalena Igenes y Claudia Loscocco
Estudiantes de Periodismo de Perfil Educación
Posgrado en Periodismo de Investigación Perfil-USAL