Barbados cambió para siempre en pandemia. Y no por la cantidad de contagios o las fuertes restricciones que complicaron la situación económica de una nación que tiene como principal ingreso el turismo. Es que esta isla caribeña, uno de los destinos de playa más requeridos del mundo, dejó hace muy poco de formar parte de la corona británica.
En noviembre de 2021, como antesala de la reapertura del turismo, se convirtió en la república más joven del mundo, un deseo postergado de sus habitantes desde 1966, cuando se independizaron de Gran Bretaña pero seguían siendo parte del Commonwealt (Mancomunidad Británica de Naciones). Hasta esa fecha, en Barbados, el poder estaba en manos del gobernador general, una figura que siempre debía rendirle cuentas a la reina Isabel II. Pero todo eso cambió.
La ceremonia de asunción de la primera ministra, Mia Amor Mottley, marcó el final de la dependencia de la monarquía británica, pero también sirvió como excusa para inaugurar el parque Golden Square Freedom de Bridgetown, un sitio con mucha historia que recuerda a sus antepasados en el Muro de los Constructores, el más nuevo de los atractivos que tiene la ciudad.
Este monumento de ladrillos colorados lleva impresos los apellidos de todas las familias que viven en Barbados. No hay Pérez ni González. Son más bien nombres de origen inglés entre los que uno sobresale del resto: el de Rihanna. La famosísima estrella del pop, nombrada heroína nacional por la primera ministra, es admirada en Barbados tanto como Lionel Messi en Argentina o Rafael Nadal en España.
Su música suena en todas las tabernas donde el ron es la bebida que más sale y su casa natal, uno de los principales atractivos turísticos del país. Fans –y no tan fans– se sacan selfies frente a una pintoresca casita multicolor que permanece cerrada con candados. Por allí se estima que pasan cerca de 1.500 personas al año.
La casa de Rihanna está ubicada en la ciudad de Bridgetown, la capital de país, a metros del cementerio local y cerca del estadio oval, escenario de los principales partidos de criquet, el deporte más popular de este pequeño país.
Desde allí se puede ir hasta la célebre destilería Mount Gay, una fábrica de ron que data de 1703 y es considerada la más antigua del mundo. Como en muchas de las bodegas de vino de Mendoza, el lugar ofrece un recorrido por la historia del lugar y la posibilidad de degustar cinco variedades del “mejor ron del mundo”, como lo promocionan los barbadenses más nacionalistas.
Este sitio cuenta con un pequeño museo donde se exhiben los elementos históricos usados por los esclavos durante los primeros años de producción de la caña de azúcar.
Los años de esclavitud en Barbados dejaron huellas tan grandes que hasta el día de hoy sus habitantes reproducen las peores historias de aquella época. Hasta 2020, cerca del nuevo Parque de la Libertad, había una estatua del vicealmirante Horatio Nelson, que representaba todo eso. Curiosamente, su imagen había sido colocada en un sitio donde hasta 1834, año en el que en los papeles se terminó la esclavitud, existía una jaula en la que los esclavos eran vendidos como ganado. Ahora no hay nada.
Gastronomía
Este destino turístico, ubicado al norte de Trinidad y Tobago, y rodeado de otros archipiélagos como Martinica, Guadalupe o San Vicente y Las Granadinas, reúne también todo lo que el argentino promedio necesita para pasarla superbién: una oferta hotelera con ventanas directas a un mar cristalino, opciones gastronómicas para todos los gustos y una cultura y pasión por el ron, como en pocos lugares del mundo.
Barbados es una de las veinte naciones más pequeñas del mundo, con 300 mil habitantes y unos 430 kilómetros cuadrados. Sin embargo, lo que tiene de minúscula no la hace menos atractiva que otros destinos clásicos del Caribe, como República Dominicana, Cuba o Aruba.
Lógicamente, su carta más fuerte tiene que ver con sus playas, de una arena blanca que encandila, un mar que combina los colores celeste y turquesa y una brisa que hace mucho más agradable el tiempo de exposición al sol.
Además de su rica historia y sus playas de ensueño, Barbados es también un destino con una gastronomía de excelencia, que combina las mejores cocinas del mundo.
Los platos típicos, como en cualquier isla del mundo, están relacionado con los mariscos. Barbados es la primera y única isla clasificada por Zagat con más restaurantes per cápita que cualquier otra isla del Caribe. Hay una fusión de las cocinas africana, caribeña, antillana y europea que hace que la comida sea única y exquisita.
Actualmente, la isla cuenta con más de setenta opciones gastronómicas de primer nivel. En el mes de octubre, se celebra el festival de comida y ron con los mejores chefs locales e internacionales, una oportunidad adicional para sumar más actividades a un plan sumamente atractivo.
Los precios, como cualquier destino internacional, no son seductores para el bolsillo del argentino. Un plato promedio (sin bebida pero con acompañamiento) en un restaurante tradicional puede costar entre 20 y 30 dólares. Un vino mendocino, en un lugar más top, vale 17 dólares.
Repunte
En la segunda semana de junio, cuando la compañía aérea Copa Airlines retomó sus viajes regulares a la isla después de casi dos años, el gobierno de Mia Amor Mottley recibió a los visitantes como cuando llega un campeón del mundo: con música típica, pancartas de bienvenida y regalos para la tripulación.
“Estamos orgullosos de ser una república y emocionados de continuar recibiendo visitantes de todo el mundo. Esto no cambia nuestra industria turística; por el contrario, esperamos el continuo crecimiento y desarrollo de nuestras ofertas turísticas en Barbados. Ahora, con el regreso de nuestros viajes aéreos con Copa Airlines, pretendemos volvernos aún más activos en mostrar nuestra singularidad caribeña”, reconoció Corey Garrett, director para el Caribe y América Latina de Barbados Tourism Marketing.
La reapertura del turismo en esta pequeña isla del Caribe está siendo gradual: los hoteles no desbordan, pero los operadores reconocen el repunte y son optimistas de cara al futuro.
El mayor festival anual de la isla
Crop Over significa recortar, pero en Barbados es sinónimo de carnaval, el evento más popular y colorido de la isla. Después de una pausa de dos años, el festival regresó con todo su esplendor y se podrá disfrutar hasta el mes de agosto.
Este evento único, y uno de los más significativos del Caribe, atrae a miles de visitantes de todo el planeta que llegan para disfrutar del patrimonio barbadense, con su cultura, música, gastronomía y baile.
La tradición Crop Over, que lleva 300 años de antigüedad, anuncia el final de la temporada de cosecha de la caña de azúcar. El festival termina con el Grand Kadooment, que se lleva a cabo el primer lunes de agosto.
Personas disfrazadas se pueden observar desfilando por las calles desde la mañana hasta la noche, y si se tiene suerte, hasta se puede avistar a una de las muchas celebridades conocidas por frecuentar la isla durante esta época, entre ellas, se incluyen Sir Lewis Hamilton, Jordan Dunn y, lógicamente, la personalidad más destacada de Barbados: Rihanna.
Mia Amor Mottley, la primera ministra de Barbados, anunció que este Crop Over, que se realiza por primera vez en dos años, tendrá algunas modificaciones. Tanto los turistas como los residentes disfrutarán del festival de manera segura. La jefa de Estado expresó que el montaje del Grand Kadooment y el ForeDay Morning se hará de nuevas e innovadoras maneras, pero sin sacrificar el disfrute ni la seguridad.