En el año 2003 el Dr. Gabriel Verbeek emprendió su camino profesional orientado a brindar soluciones en el área de los daños y perjuicios en el orden civil y laboral. En 2014 y acreedor de una considerable trayectoria fue convocado para colaborar con el Ministerio de Seguridad de la Nación en el diseño de políticas vinculadas con el régimen sancionatorio del personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Actualmente, y enfocado exclusivamente en el ámbito privado, encabeza el Estudio Jurídico que lleva su nombre, aportando su formación jurídica y amplia experiencia profesional. ¿Qué especialización eligió? Inicialmente me enfoqué en el derecho civil, en el terreno de las indemnizaciones por daños y perjuicios, y con el correr de los años sumé una especialización en gestión de indemnizaciones laborales. ¿Siente realizada su vocación?
Totalmente, hubo momentos de mi vida en los que sentí el gusto amargo de la injusticia, lo cual me impulsó a construir esta profesión entendiendo que quien sufre un daño no solo merece una indemnización que lo repare, sino también sentir que se hizo justicia viendo como el que ocasionó el perjuicio pagó por ello. ¿Cuál es el perfil de sus clientes? Por un lado personas que sufrieron algún daño, sea físico, moral o monetario, generalmente a causa de una mala praxis médica, un accidente de trabajo o de tránsito, o un despido injusto. Por otro, comerciantes y pymes que requieren asesoramiento laboral preventivo, ya que la suerte de un conflicto laboral está relacionada a los pasos que las partes dieron antes del despido, y el asesoramiento previo a esos pasos es clave en el resultado.
¿Qué opina de la reforma laboral? Que es una cortina de humo para esconder la derogación de garantías a futuro y el oscuro objetivo de beneficiar a evasores mediante un “blanqueo laboral” y la precarización de condiciones, esto ya pasó y no funcionó ni lo hará porque abre una puerta a la inconstitucionalidad. Los “altos costos laborales” que dicen impedir la llegada de inversiones no se solucionan con esto sino con la disminución de la carga impositiva a los empresarios, porque por cada $100 que recibe el empleado, el empleador paga $150, y es justamente ésta la causa del “trabajo en negro”. ¿Qué lo diferencia? El trato personal, el diseño de estrategias “a medida”, “poco comunes”, y mi sistema, que permite a mis clientes conocer el avance de sus causas en tiempo real.
