La mala praxis suele ser una de las grandes razones por las que los pacientes cuestionan duramente a los profesionales en la salud, muchas veces, sin interiorizarse o por la frustración que genera una pérdida. “Comprendemos que existen situaciones difíciles de procesar psicológicamente como los fallecimientos o las incapacidades a edades tempranas”, nos cuenta el Dr. López Delgado.
“Se llega a extremos insólitos, como reclamar “daños” luego de un tratamiento exitoso porque no le advirtieron que habría cierto dolor y hasta una cicatriz post operatoria (no queloide). Una especialidad particularmente crítica es la estética, porque depende de las expectativas de la paciente, pero ese tema se los dejo a los psicoanalistas”.
En función de prevenir ciertos contratiempos y tomando las medidas necesarias, tanto los médicos como los sanatorios deben contemplar estas situaciones con el fin de evitar riesgos mayores. Por esa razón el trato especial al paciente debe ser prioritario, dando lugar a mantenerlo informado, con un buen trato y con la contención adecuada.
Siguiendo por el camino de los cuidados, el Doctor entiende que este factor es sumamente importante para vincularse con el paciente, pero advierte que también se deben tener recaudos. “Hay que prevenirse con la documentación. Esto se logra llevando una historia clínica completa aún en tratamientos que no requieran internación, asentando cada paso en el registro clínico como: el diagnóstico, las indicaciones, conductas, medicaciones, los estudios realizados y que el paciente cumpla con lo indicado”, asegura López Delgado.
“Es importante contar con el consentimiento escrito, obligatorio en todo tratamiento, con o sin internación, donde se informan los riesgos. Se debe incluir en él las indicaciones posteriores al tratamiento la próxima consulta y si falta, la ausencia”, cuenta Floreal sobre los casos que ha observado en su camino. “He visto la justa indignación de varios profesionales cuando les imputaron haber desatendido al paciente cuando era quien había faltado, pero, si no está escrito el perito le creerá al paciente”.
Con el fin de poder cubrirse frente a una situación irregular advierte las formas de tomar los recaudos pertinentes. “Si se niega a recibir algún tratamiento se debe hacer firmar un consentimiento informado especial; a veces los pacientes son “desmemoriados”. Y aconsejo que el profesional cuente con una póliza de seguro por un monto que cubra al menos un siniestro importante anual. Deben recordar que el paciente no es su enemigo, pero hay una muy pequeña minoría que se comporta como tal y ello, justifica las precauciones”.
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