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Lobo e Corvo Hidromiel: el espíritu artesanal que madura entre robles y sueños

En el corazón de Buenos Aires, un proyecto artesanal está conquistando paladares y corazones con una propuesta que combina historia, pasión y paciencia: Bodega Lobo e Corvo Hidromiel, creadora de hidromieles y sidras artesanales maduradas durante un año en barricas de roble. Galería de fotos

Lobo Y Corvo
Lobo Y Corvo | CONTENTPERFIL

Detrás de cada botella hay una historia de perseverancia y búsqueda de excelencia. Nicolás Millos, fundador de la bodega, comenzó este camino junto a un socio, experimentando con recetas antiguas y métodos tradicionales. Sin embargo, el tiempo —al igual que el roble— terminó puliendo su propio rumbo: hoy, Nicolás lidera el emprendimiento en solitario, apostando al crecimiento y la calidad sin concesiones.

“La hidromiel tiene algo mágico”, dice Millos. “Es la bebida más antigua del mundo, pero también una de las más desconocidas. En Lobo e Corvo queremos rescatar esa esencia, combinarla con técnicas modernas y ofrecer una experiencia auténtica”.


Una alquimia de miel, madera y tiempo

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La hidromiel, conocida como “la bebida de los dioses”, surge de la fermentación de miel pura con agua y levaduras. Pero en Lobo e Corvo, ese proceso se lleva a otro nivel: cada lote reposa pacientemente en barricas de roble durante un año completo, lo que aporta una complejidad aromática única y una suavidad que distingue a la marca.

A esa maestría se suma una línea de sidras artesanales, elaboradas también con el mismo cuidado, equilibrio y respeto por la materia prima. El resultado son bebidas con identidad propia, que conquistan tanto a quienes buscan nuevos sabores como a los amantes de lo tradicional.


Una propuesta para bares y minoristas

Actualmente, Lobo e Corvo Hidromiel ofrece su producción tanto a bares como a minoristas de toda la región de Buenos Aires. La bodega trabaja con lotes limitados, lo que garantiza una calidad constante y una experiencia exclusiva para quienes buscan diferenciar su carta de bebidas.

Además, el emprendimiento participa activamente en ferias y eventos gastronómicos, donde el público puede degustar sus variedades y conocer de cerca el proceso artesanal que las distingue.

En ese mismo camino, Lobo e Corvo se prepara para decir presente en la Fiesta del Hornero, que se realizará el domingo 9 de noviembre desde las 10 horas en el Club Atlético Cucullu, partido de San Andrés de Giles. Una nueva oportunidad para compartir su pasión por la hidromiel y seguir acercando esta bebida milenaria a nuevos públicos.

“Queremos que cada cliente se sienta parte de este viaje. Que sirvan una copa y sientan que están compartiendo algo auténtico, hecho con alma”, comenta Millos.


Lobo Y Corvo

Tradición, identidad y futuro

Más que una bodega, Lobo e Corvo es una declaración de principios: recuperar lo artesanal, darle tiempo a los procesos y mantener viva una tradición milenaria adaptada a los gustos actuales.

Con una comunidad creciente de seguidores en redes sociales —especialmente en Instagram (@loboecorvohidromiel)—, la marca continúa expandiéndose y fortaleciendo su presencia entre los amantes de las bebidas de autor.

En tiempos donde todo parece inmediato, Lobo e Corvo Hidromiel invita a detenerse, a saborear el trabajo paciente de un año de maduración, a celebrar la unión entre el lobo y el cuervo: fuerza, sabiduría y espíritu libre.


Ubicación: Buenos Aires, Argentina
Venta a: bares y minoristas
Instagram: @loboecorvohidromiel