Profundizando en el lenguaje que utilizamos para hablarnos a nosotros mismos, podemos detectar el universo interior que habitamos a diario. Cada palabra que empleamos, no ha quedado registrada en nuestra memoria al azar, sino por una muy buena razón, pues lo que queda en la memoria es sinónimo de la intensidad emocional que provocó que la registremos, sea por haberla escuchado, leído, o pronunciado.
La comprensión de las palabras es dada por la imagen con que podemos representar la misma. Al decir "Sol", comprendemos lo que es, gracias a la imagen que se crea en nuestra mente. Toda palabra que no lo haga, no se comprende.
Nuestra realidad y percepción, están configuradas por las imágenes (imagen=imago=mente) que poseemos, dadas por nuestras vivencias e historia personal, y son precisamente de las cuales depende lo que nos decimos, la forma en que nos tratamos a nosotros mismos, en que nos valoramos, en que nos amamos., y de ahí, la forma en que tratamos a los demás. "Se puede dar lo que se tiene". Pensar que podemos tratar bien a otros, mejor que a nosotros mismos, es irreal.
"Nadie puede dar lo que no tiene". Conscientizarlo ayuda a comprender que todo maltrato no es personal hacia quien lo recibe, sino consecuencia del estado de quien lo da.
Toda falta de autoestima, amor propio, confianza, fuerza de voluntad, depende de la "mala voz" interna que nos habita, o sea, el mundo de nuestros pensamientos, configurado por las palabras y las imágenes que las generan.
A través de la psicovocalidad, aprendemos a "redecir" la propia historia, transformando el lenguaje, palabras y significado, y consecuentes imágenes, redefiniendo los valores de la experiencia y gran valor del aprendizaje, que dió como fruto a la sabiduría actual. Por eso, no es una invitación a "desaprender", sino todo lo contrario, más bien a la revalorización de cada suceso y actitud tomada frente al mismo, que permite redimirlo, gracias a la comprensión de la vivencia y estado interno de "ese momento".
En cada instante del espacio-tiempo se toma la decisión y actitud, acorde al estado de consciencia. Por ello, juzgar el pasado con la vara de los ojos del presente, es incoherente e injusto. Nadie puede hacer más que aquello que le permite su estado consciencial, y comprenderlo es la base del perdón, hacia sí mismo y hacia otros.
Te invito a reescribir tu propia historia, detectando las palabras que sueles utilizar con frecuencia cuando "te hablas". Puedes grabarte y comenzar a hablar sobre ti, tus vivencias, luego detectar cómo te hablas, cómo te tratas. Registra durante un solo día la forma en que te dices las cosas en silencio. Te sorprenderás.
Si quieres transformar tu lenguaje personal para liberarte de injustos yugos, que en forma inconsciente afectan tu autoestima, clima emocional, personalidad y consecuentes relaciones interpersonales, puedes consultarme para un revelador encuentro psicovocal, método que he creado para el autoconocimiento y la transformación personal a través de la voz y la palabra.
Gracias por tu tiempo de lectura, espero haya sido de humana reflexión, ya que son palabras propias, puras de un corazón humano, inteligencia humana y "no artificial".
Te saludo, deseando tengas en mente las mejores e inspiradoras palabras para ti.
Hasta el próximo escrito encuentro!
Claudia Menkarsky
Vocal Coach
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