INTERNACIONAL

Abrumado por derrotas en el Congreso, Bolsonaro vuelve a criticar a la Argentina

"En economía Argentina no tiene cómo salvarse, no queremos hacer en Río del Grande del Sur (limítrofe con Misiones y Corrientes) una operación de recogimiento como se hizo en Roraima", señaló, agitando lo ocurrido con la masiva migración venezolana.

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Jair Bolsonaro predijo una goleada de Brasil a la selección Argentina en la final de la Copa América. | Cedoc

SAN PABLO.- Como ocurre cada vez que sufre malheridas políticas, el brasileño Jair Bolsonaro volvió a citar esta mañana a la Argentina para recordar su presunta similitud con Venezuela: “Parece que en lo tocante a la economía, Argentina no tiene cómo salvarse. No queremos hacer en Río del Grande del Sur (limítrofe con Misiones y Corrientes) una operación de recogimiento como se hizo en Roraima”. El presidente se refirió así a una supuesta recepción de argentinos, presuntamente en fuga hacia el sur brasileño, como ocurrió en 2019 en Boa Vista, cuando población venezolana atravesaba la frontera norte del país caribeño con Brasil.

De hecho, no es la primera vez que presidente busca zafar de preguntas periodísticas incómodas, con relación a sus fracasos. Hoy por lo mañana el jefe de Estado se encontró con una situación muy complicada, en sus disputas casi diarias con la Corte Suprema y el Congreso. Es que el miércoles por la noche los diputados le infligieron una derrota: votaron en contra de un proyecto de ley que establecía el retorno al voto impreso. Para Bolsonaro, el sistema de urnas electrónicas daría lugar a fraudes y las víctimas podrían ser gobernadores y senadores. “Sugiero eso, pero no lo afirmo” declaró.

Con todo, JMB parece no ceder en sus impulsos de cuestionar la legitimidad de miembros del Supremo Tribunal Federal, como es el caso del magistrado Luis Eduardo Barroso, quien además preside el Tribunal Superior Electoral (TSE). Bolsonaro acusó al máximo organismo judicial de corporativismo y del albergar jueces que se dedican a “hacer política” en vez de ocuparse de cuestiones constitucionales. Mencionó específicamente al magistrado Barroso y su colega Alexandre de Moraes, contra quienes el presidente ejerce un ensañamiento particular.

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El gobierno de Bolsonaro está en una encrucijada

Pese a su manifiesta desconfianza acerca del sistema de elecciones en vigencia, Bolsonaro anunció que “disminuirá” sus “presiones al Parlamento”, para que proceda a reformarlo. Pero concluyó: “No debemos olvidar que si esa gente (en referencia a Lula da Silva y el PT) consigue el sillón presidencial, el año próximo muchos vendrán a reclamar por el nombre de nuestro país”. Traducido, quiso decir que, si Lula retorna al Palacio del Planalto, Brasil se convertirá en Venezuela.

Sin contar con pruebas sobre los eventuales fraudes electorales, el presidente insiste día tras día que el sistema “no es seguro”. Por eso, la Corte Electoral decidió, en forma unánime, abrir un proceso contra el jefe de Estado por formular acusaciones “sin pruebas” y envió la causa al Supremo Tribunal Federal, el único que puede juzgar un presidente en funciones. Ante esa novedad, el presidente insinuó la existencia de un complot contra él. En principio, considera que el beneficiado será su competidor principal, el ex presidente Lula quien hoy muestra un gran arrastre del electorado, con 40% de apoyo garantizado en la primera vuelta.

En las esferas militares, especialmente las de aquellos oficiales de muchas estrellas que pasaron a retiro, no hay ninguna simpatía por el ex gobernante. Esa cúpula de uniformados dejó trascender que, si el líder petista gana las elecciones de 2022, tomarán iniciativas para impedir que asuma. Esas intenciones acaban de abandonar, el miércoles último, el plano de las meras palabras para buscar visos de realidad a través de un improvisado desfile militar frente al Palacio del Planalto (con armamento y tanques antiguos, que echaban humo durante la marcha). “En todo momento que la patria los llamó, los militares estuvieron presentes. Eso reconforta al gobierno y a su pueblo” concluyó Bolsonaro.