INTERNACIONAL
Presidente con glamour

Adjudican a Bruni la “caída libre” de Sarkozy

Asesores advierten al presidente francés sobre el impacto de su relación sentimental con la ex modelo y cantante. Mientras la pareja se casaba, se conoció un sondeo que revela que apenas un 41% de los ciudadanos sigue confiando en el mandatario.

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París - La sentencia es unánime: el presidente francés, Nicolas Sarkozy, está en "caída libre", escribe el diario Parisien, mientras que la revista Le Point titula: "Sarkozy: el problema".

Precisamente el mismo día en que los medios franceses dan por hecho que el presidente se ha casado por fin con su novia, la ex modelo Carla Bruni, la Figaro Magazine dio a conocer un sondeo del instituto de imagen TNS-Sofres que revela que apenas un 41 por ciento de los franceses sigue confiando en su presidente.

En julio de 2007, poco después de asumir el cargo, Sarkozy contaba con la confianza de un 65 por ciento de la población. Los asesores coinciden en la causa de esta caída: el mandatario está pagando las consecuencias de la difusión de una decena de glamourosas fotos de sus vacaciones en Oriente, en las que aparece del brazo con Bruni y ataviado con un Rolex en la muñeca y una cadenita de oro en el cuello.
"Hay un problema de imagen", cita el diario Le Monde a uno de los más estrechos colaboradores de Sarkozy, Claude Géant, director de la oficina presidencial en el Elíseo.

El estudio de Sofres indica que la pérdida de confianza es particularmente aguda entre pobres y ancianos. Según la encuesta, el presidente también está pagando las consecuencias de no haber cumplido parte de sus promesas electorales. Pérdida de empleo y falta de dinero encabezan una y otra vez la lista de preocupaciones de los franceses. Sarkozy prometió en campaña que se convertiría en "el presidente del poder adquisitivo".

Durante una reciente -y pomposa- conferencia de prensa en el Elíseo, el mensaje se modificó sensiblemente: "No puedo vaciar cajas vacías", fue la frase tajante con la que Sarkozy despachó las preguntas de los periodistas sobre el tema, para pasar minutos después a alimentar los rumores de una posible boda con Bruni: la relación "es seria", aseguró sonriente.

Cuando faltan cinco semanas para las elecciones comunales, Sarkozy se encuentra ahora en el punto de mira incluso entre sus propias filas. Política real, actividad y resultados del gobierno deben volver a ocupar el primer plano, reclamó el ex primer ministro Jean- Pierre Raffarin.

La crítica interna también se dejó oír con fuerza desde el ámbito económico
, en el que Sarkozy cuenta con poderosos amigos. Así, el director de Axa, Henri de Castries, ex miembro del equipo electoral de Sarkozy, rechazó de plano las recientes críticas del mandatario al Banco Central Europeo y a su presidente, Jean-Claude Trichet: "Soy 'fan' de Trichet", dijo Castries. "Sabe lo que hace".

La caída en las encuestas podría tener para Sakorzy consecuencias doblemente graves. El hecho de que él mismo se haya presentado alguna vez como "prueba nacional" podría volverse en su contra y proyectar una posible derrota de los conservadores en las comunales hacia un nivel más general.

El programa de reformas promovido por el presidente también parece enfrentar viento en contra. Sarkozy pudo sobreponerse a una huelga masiva de transportes en otoño (boreal) y avanzar con la reforma de las pensiones sólo porque tenía detrás de sí a una mayoría de la población.

Un mal desempeño en las elecciones, por último, podría debilitar a Sarkozy de cara a la presidencia rotativa de la Unión Europea que asumirá el segundo semestre del año. Algunos socios comunitarios ya miran con desconfianza al galo por controvertidas iniciativas como la Unión Mediterránea.

El gobierno sigue alimentándose de las disputas internas por el liderazgo que consumen a los socialistas. Pero para el entorno de Sarkozy se anuncia trabajo duro.