Cinco potentes bombas provocaron el martes la muerte de al menos 127 personas y dejaron 448
heridos en Bagdad, en la tercera ola de atentados perpetrada desde agosto pasado en la capital de
Irak. Los ataques eclipsaron el anuncio de la presidencia, que fijó para el 7 de marzo la fecha de
las segundas elecciones legislativas desde la caída del régimen de Saddam Hussein en 2003.
Los atentados con coche bomba, atribuídos a la organización terrorista Al Qaeda, ocurrieron
casi al mismo tiempo cerca de las 10.25 (4.25 en Argentina) en diversos barrios de la capital.
Cuatro de ellos fueron perpetrados por conductores kamikazes.
"Al menos
127 personas murieron y 448 resultaron heridas en los atentados con coches bomba",
indicó una fuente del Ministerio del Interior. En el barrio de Dora, en la entrada sur de Bagdad,
un kamikaze hizo explotar su vehículo contra una patrulla de la policía frente al Instituto de
Tecnología, matando a 15 personas -tres policías y 12 estudiantes- e hiriendo a 23, según la misma
fuente.
Los otros cuatro atentados, que se cobraron la vida de al menos 112 personas, tenían por
blanco el palacio de Justicia en el barrio de Mansur, el ministerio de Trabajo en la calle
Palestina, una oficina del ministerio del Interior en la zona de Al Nahda y el mercado Rasafi, en
el centro de la ciudad.
"Los crímenes llevan la marca del grupo terrorista Al Qaeda y de los Baasistas (miembros del
partido Baas de Saddam Hussein), apoyados por el exterior. Los enemigos de Irak y de su pueblo
quieren provocar el caos en el país y perturbar las elecciones", afirmó en un comunicado el primer
ministro, Nuri Al Maliki.
El parlamento decidió convocar a declarar a Al Maliki y a sus ministros encargados de la
seguridad el jueves próximo, anunció su presidente Iyad Al Samarrai.
La coordinación de los atentados se asemeja a la de los ataques del 19 de agosto y
del 25 de octubre
contra símbolos del poder en Bagdad que habían dejado más de 250 muertos. Fueron atribuidos a
Al Qaida y a simpatizantes del régimen derrocado.
La violencia en el país había registrado una clara merma en noviembre, con un balance total
de 122 muertos, el mes con menos víctimas desde la invasión estadounidense de 2003.
Sin embargo, el gobierno iraquí y el ejército estadounidense han advertido de la posibilidad
de un incremento de los ataques a medida que se acercan las elecciones que, según acordó este
martes la Comisión Electoral, se llevarán a cabo el próximo 7 de marzo.
"Creemos que se intentará llevar a cabo más ataques antes de las elecciones", señaló en
noviembre el general Ray Odierno, comandante de las tropas estadounidenses en Irak. Esos comicios
son considerados cruciales para apuntalar la democracia y asegurar el cumplimiento del plan que
prevé un completo retiro a fines de 2011 de las tropas estadounidenses que invadieron el país en
2003.
Estados Unidos tiene 115.000 soldados en Irak, pero esta cifra caerá a 50.000 el año que
viene con la retirada de las tropas de combate, antes de la retirada completa a finales de 2011.
En el extranjero, Siria, a la que Bagdad acusa en repetidas ocasiones de dejar a los
insurgentes sunitas infiltrarse para cometer atentados, condenó "con fuerza" los ataques. París,
Washington y la ONU se sumaron al repudio. Por su parte, Londres afirmó a la vez que estos
atentados no lograrían minar los progresos realizados en Irak.
Fuente: AFP