Rusia bombardeó un teatro de la ciudad de Mariúpol en Ucrania, lugar que funcionaba como refugio de cientos civiles, en la ciudad tomada por las tropas rusas, por lo que las proyecciones son poco alentadoras.
A pesar de que el número de muertes no está confirmado, la Rada, es decir el Parlamento de Ucrania, indicó que “se desconoce si hay supervivientes”.
De acuerdo con la información de la alcaldía de la ciudad, un avión “soltó una bomba sobre el edificio que albergaba a centenas de civiles”, por lo que resulta “imposible” establecer un balance inmediato.
Además, las autoridades advirtieron que el combate continúa con más bombardeos contra la zona residencia, razón por la cual el área se encuentra bloqueada.
Hasta el momento, más de 2 mil civiles murieron en Mariúpol desde que las tropas rusas tomaron el poder del distrito, según pudieron compartir las autoridades locales.
El ministerio de Defensa de Rusia, por su parte, negó haber bombardeado el teatro y, por el contrario, le atribuyó el hecho a un batallón nacionalista ucraniano, conocido como Azov. De igual forma, esta no sería la primera vez que el Kremlin responsabiliza por sus actos a esta agrupación paramilitar, puesto que adjudicó el ataque al hospital pediátrico de la ciudad que tuvo lugar hace unos días y que provocó el repudio internacional.
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Las nuevas sanciones que recaen sobre Rusia
Más de 20 días después del inicio de la guerra, el Consejo de Europa excluyó a Rusia por la avanzada que inicio contra Ucrania, ya que la organización es “garante de derechos humanos”.
Sin embargo, Moscú ya había solicitado que se activara la retirada oficial de Rusia de la organización luego de las presiones que recayeron en su contra.
Mientras tanto, Estados Unidos anunció que enviará a Ucrania ayuda militar adicional de 800 millones de dólares, lo que significa un paquete “sin precedentes”, puesto que completa un total de 1.000 millones en una semana.
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