El inventor danés Peter Madsen, de 47 años, negó haber abusado sexualmente y asesinado a la periodista sueca Kim Wall en el submarino construido por él, según informó su abogada, Betina Hald Engmark, al comenzar en Copenhague el juicio por este misterioso caso.
La fiscalía danesa acusa a Madsen de haber torturado, acuchillado y asesinado a la periodista y pide para el inventor cadena perpetua y "custodia de seguridad" por su peligrosidad. Madsen solo se declaró culpable de haber descuartizado y arrojado al mar el cadáver de la mujer.
Según informó en el proceso el fiscal, Jakob Buch-Jepsen, quien mostró un dibujo de los cortes en el torso de la periodista, en el cuerpo de la mujer no fueron hallados restos de ADN del acusado. Asimismo, dijo que los investigadores encontraron restos de sangre de Wall en la cara del inventor y semen en su ropa interior.
HORROR EN EL "NAUTILUS"
La historia es tan espectacular como misteriosa: la periodista sueca Kim Wall y el inventor danés Peter Madsen zarparon una noche a bordo del submarino "Nautilus", una especie de submarino construido por el propio Madsen, y poco después ella perdió la vida. El juicio, que comenzó esta semana, pretende arrojar luz sobre un caso lleno de sombras.
El espacio y el océano siempre atrajeron a Madsen desde que tenía diez años. El hombre lanzó cohetes y construyó submarinos. Al último lo bautizó como "Nautilus", como el submarino ficticio de "Veinte mil leguas de viaje submarino", de Julio Verne. Puede que cuando se sumergiera, Madsen se sintiera como el Capitán Nemo: el misterioso antihéroe que vive alejado de todo orden social y que busca en el mar la libertad absoluta.
Sin embargo, Madsen no llegó muy lejos. El "Nautilus" se encuentra ahora en tierra en un polígono industrial en Copenhague, conservado como una prueba en el caso del asesinato de Kim Wall. Por el momento, sólo una persona sabe lo que ocurrió aquella noche del 10 de agosto de 2017: Peter Madsen.
En el juicio celebrado en su contra, que inició este jueves, el inventor de 47 años deberá responder a las preguntas de los abogados ante el tribunal. Se lo acusa de tortura, asesinato, descuartizamiento y abusos. La fiscalía quiere que este hombre, que en Dinamarca hasta hace poco era considerado como una figura excéntrica e interesante, pase toda la vida entre rejas.
Pero, ¿qué pasó realmente a bordo del “Nautilus”? La noche del 10 de agosto Madsen y Wall abordaron el submarino con la idea de viajar por el estrecho de Øresund, entre Dinamarca y Suecia. La joven de 30 años, periodista de investigación, había escrito sobre Uganda y Sri Lanka para "The Guardian", "The New York Times" y la revista de renombre "Time".
"Encontraba historias en donde quiera que viajara", cuenta su madre. "Kim tenía una habilidad única para ver a las personas". Su siguiente protagonista era Madsen, a quien quería entrevistar. Wall abandonó su propia fiesta de despedida para entrevistar al inventor, cuenta su novio a una cadena de televisión danesa.
Wall se despidió de él desde la escotilla del submarino y unas horas después, su novia le envió desde su teléfono un último SMS: "Por cierto que todavía vivo - pero estamos bajando! Te amo!!! Él trajo café y galletas". Alrededor de 15 minutos después, el teléfono de Wall se conectó una última vez brevemente a Internet, según el fiscal de la causa. Nunca más se supo de ella.
A la mañana siguiente encontraron el "Nautilus" mientras se hundía y rescataron a Madsen del agua, pero Wall no fue encontrada sino hasta días más tarde. Primero aparecieron su torso y la cabeza, después las piernas y un brazo. La chica había sido descuartizada y lanzada al mar.
UN HOMBRE SIN FRENOS
Madsen contó varias versiones de lo ocurrido esa noche. Primero dijo que había dejado a la periodista en tierra. Después admitió que murió a bordo. Según él, la escotilla se le cayó en la cabeza y la mató. Pero los médicos forenses no encontraron en el cráneo ninguna lesión.
La siguiente versión de Madsen también huele a mentira: dijo que la joven muriera asfixiada en el submarino, y explicó que él no se enteró porque estaba en la superficie. Lo cierto es que el inventor reconoció que descuartizó el cadáver de Wall y lo lanzó por la borda. Pero todavía asegura que no la asesinó.
Los investigadores están seguros de que el inventor danés ató a Wall por la cabeza, los brazos y las piernas, y apuñaló en el vientre. También se cree que abusó de ella, la torturó y después la mató. El informe sostiene además que el hecho de que llevara a bordo herramientas como una sierra y desatornilladores demuestra que lo tenía todo planeado.
El escrito de acusación no menciona nada sobre la posible motivación del crimen. Los expertos dan por hecho que se trató de alguna fantasía sexual. Una ex amante de Madsen contó a la revista estadounidense "Wired" que este le envió mensajes detallados con sus planes de asesinato. Además, la Policía encontró en el taller de Madsen un disco con videos en los que ahorcaba, quemaba y ejecutaba a mujeres. Wall, la joven y despierta periodista, podría haber sido una víctima casual.
Mucho antes de aquel 10 de agosto, el periodista danés Thomas Djursing escribió una biografía sobre Madsen, en la que lo describe como un hombre intransigente, empujado por una pasión sin límites. Madsen es "un hombre sin botón de freno", escribe. "Peter tiene una misión y todo lo que hay a su alrededor es sólo una herramienta para cumplirla".