En medio del escrutinio de las elecciones en Israel, Benjamin Netanyahu se posiciona como futuro líder de gobierno. El ex primer ministro de derecha dejó el poder en 2021 en medio de denuncias de corrupción y volvió al ruedo político para reemplazar a Yahir Lapid, el actual jefe de gobierno de tinte progresista y rival en la contienda electoral.
Este martes 1 de noviembre, los israelíes afrontaron la quinta elección legislativa en menos de cuatro años, un símbolo de la inestabilidad de los gobiernos que aqueja a varios sectores del mundo. En este caso, Netanyahu, el gobernante más longevo de Israel que dejó el poder en julio de 2021, ahora buscará volver a la jefatura de gobierno.
El Likud, el partido del expremier Netanyahu se encamina a ganar los comicios pero nada garantiza que pueda formar gobierno. Sin embargo, cuenta con el apoyo de sus aliados de extrema derecha (Sionismo Religioso) y dos partidos judíos ultraortodoxos, que le podrían dar los diputados necesarios para alcanzar la mayoría necesaria en el Kneset (el Parlamento).
Un Israel completamente polarizado vota a favor o en contra de Netanyahu
Las elecciones en Israel
Según los últimos sondeos, el partido de Netanyahu obtuvo entre 30 y 31 escaños, de los 120 que tiene el parlamento israelí. A esto se suma el aporte de sus aliados que le permitiría lograr una mayoría absoluta de 61 o 62 escaños. En contraposición, el partido Yesh Atid, del primer ministro saliente Yair Lapid, obtuvo de 22 a 24 escaños.
Estas proyecciones pueden sin embargo modificarse a medida que avanza el escrutinio oficial y alterar el resultado final, como ocurrió en otras ocasiones en este país. Más aún considerando la poca ventaja que le lleva la alianza de Netanyahu al bloque de partidos que apoyan al actual premier y exministro de Relaciones Exteriores.
Según el sistema electoral proporcional de Israel, las listas electorales deben obtener al menos el 3,25% de los votos para acceder al Parlamento con un mínimo de cuatro escaños. Por debajo de este umbral, los partidos se quedan sin representación.
No obstante, la división de los partidos árabes los pone en riesgo de no alcanzar ese mínimo y favorecer así la victoria del exprimer ministro y sus aliados de extrema derecha, ya que se presentan dispersos en tres listas: Raam (islamista moderado), Hadash-Taal (laico) y Balad (nacionalista). Esto ocurre a diferencia del año 2020, cuando los partidos árabes israelíes consiguieron un resultado récord de 15 escaños tras una campaña dinámica de una sola lista.
Según los sondeos de boca de urna, los partidos Raam y Hadash-Taal superarían el umbral del 3,25%, mientras que la formación Balad se acercaría. Si lo alcanza, restaría escaños al "bloque de derechas" de Netanyahu, lo que complicaría que pueda formar un gobierno.
"Aunque los sondeos a pie de urna muestran una tendencia, es importante señalar que ha habido discrepancias entre estos sondeos y los resultados reales en los últimos ciclos electorales", dijo a la AFP Yohanan Plesner, director del Instituto Democrático de Israel, un centro de análisis de Jerusalén.
Israel-Líbano: cuando los negocios se interponen en el camino de la guerra
Participación electoral histórica
Los israelíes acudieron a votar masivamente en las quintas elecciones legislativas celebradas en el país en menos de cuatro años, con un Netanyahu determinado a volver al poder, a pesar de las causas de corrupción que pesan en su contra.
Fueron convocados 6,8 millones de electores a las urnas luego de un gran llamamiento de la clase política. Dos horas antes del cierre de los colegios electorales, el porcentaje de votación fue del 66,3, el índice más alto desde 1999, según detalló comisión electoral.
Frente a la coalición de derecha de Netanyahu está Yair Lapid, de 58 años y primer ministro desde julio, que intentó convencer a los electores con su "coalición de cambio" formada por partidos de izquierda, centro, derecha y árabes que desbancó a Netanyahu del poder en junio de 2021 tras doce años en el poder. Sin embargo, perdió apoyo de su mayoría parlamentaria un año después haber asumido tras la salida de diputados de derecha, lo que provocó las actuales elecciones anticipadas.
La votación de este martes primero de noviembre ocurrió en un contexto de máxima tensión por los ataques en la Cisjordania ocupada, donde ya hay más de 2.000 operaciones militares israelíes en ese territorio palestino ocupado en 1967. Estas operaciones causaron más de 120 muertos del lado palestino, el peor balance en siete años.
CD'I