Luego de cinco votaciones durante 24 horas de cónclave, este jueves la Iglesia católica eligió al sucesor de Francisco al darse a conocer la fumata blanca. Se trata de León XIV, el norteamericano Robert Francis Prevost, quien dio su primer discurso como pontífice frente a los miles de creyentes en el balcón de la Basílica de San Pedro.
En su presentación no se olvidó del difunto pontífice argentino al recordarlo con palabras de agradecimiento: “Gracias al Papa Francisco”. Sin embargo, su discurso no sólo fue de paz y armonía, sino que acarreo consigo polémicas dentro de la ya existentes diversas opiniones en el Vaticano. León XIV, como reformista, dijo “Queremos una Iglesia sinodal”, un concepto de Iglesia que resulta conflictivo para los conservadores.
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Que es la Iglesia Sinodal
La sinodalidad es una forma de llevar la misión de la Iglesia Católica hacia los creyentes. Se refiere a la búsqueda de abrir la institución a todos los bautizados para hacer de la Iglesia una institución universal y horizontal. En el sínodo de 2021, definieron a la Iglesia Sinodal como una entidad que “permite a todo el Pueblo de Dios caminar juntos, escuchando al Espíritu Santo y la Palabra de Dios, para participar de la misión de la Iglesia en la comunión que Cristo establece con nosotros, de la cual nadie está excluido”.
En palabras de Prevost, la sinodalidad es una “experiencia transformadora de escuchar y discernimiento” que refleja la verdadera esencia de la Iglesia como comunidad de fe. Para León XIV, promueve el diálogo, la unión, la comunión y la fraternidad, convirtiéndose en términos claves tanto para el nuevo pontífice como para la sinodalidad.
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En este sentido, en el sínodo establecieron que “El Proceso sinodal tiene como objetivo propiciar una experiencia vivida de discernimiento, participación y corresponsabilidad, donde se conjugan una diversidad de dones para la misión de la Iglesia en el mundo”. Asimismo, inspira a las personas a soñar con la Iglesia que el Espíritu Santo llamó ser mediante el estímulo de la confianza y la unión.
Surgimiento y evolución de la sinodalidad
Esta nueva evolución surgió con las primeras comunidades cristianas, cuando los fieles participaban activamente en la toma de decisiones, incluso en la elección de los obispos. No obstante, la Iglesia Sinodal tomó relevancia como evolución natural dentro de la Iglesia Católica tras la creación del Sínodo de los Obispos en 1965 bajo el papado de Paolo VI, definido como “un consejo permanente de los Obispos para la Iglesia universal”.
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Este proceso tuvo una larga fase de consulta y escucha del pueblo de Dios en todas las Iglesias del mundo que se desarrolló en varias etapas. Comenzaron a nivel local, en las parroquias, para luego avanzar a las conferencias episcopales nacionales y terminar en el ámbito continental.
En esta oportunidad, dentro de cada Iglesia local, la escucha se ha convertido en una oportunidad de encuentro y diálogo. En la actualidad, para Prevost este proceso suscitó un llamado a la conversión en todos sus participantes. “El Sínodo está produciendo en sus participantes y en los que siguen el proceso una invitación a una conversión”.
BGD CP
