Las tropas rusas que ocupan el sur de Ucrania fueron denunciadas por aplicar métodos de tortura, entre ellos descargas eléctricas, golpes y asfixia, contra los civiles y funcionarios públicos de las ciudades del sur del país, ocupadas por Rusia desde febrero.
Así lo reveló el último informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, con base en 71 testimonios. Según los hallazgos, las fuerzas rusas ejercieron un "trato inhumano" contra civiles como parte de una campaña de terror en la costa de Ucrania, donde todavía hay muchos que se resisten a la ocupación. "Las fuerzas rusas han convertido las áreas ocupadas del sur de Ucrania en un abismo de miedo y anarquía salvaje", dijo Yulia Gorbunova, investigadora senior sobre Ucrania de Human Rights Watch.
"La tortura, el trato inhumano, así como la detención arbitraria y el confinamiento ilegal de civiles, se encuentran entre los aparentes crímenes de guerra que hemos documentado, y las autoridades rusas deben poner fin a tales abusos de inmediato y comprender que pueden rendir cuentas y lo harán", añade el informe.
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En tanto, el ejército de Vladimir Putin está brutalizando a la población ucraniana para que se someta al dominio ruso en las regiones ocupadas. Entre las atrocidades figuran desapariciones forzadas, golpes con bates de béisbol y cortes en las rodillas de los prisioneros, además de fuertes descargas eléctricas y asfixia mediante el uso de bolsas de plástico.
Con fin de visibilizar la cuestión, la oenegé internacional habló con 71 personas de Kherson, Melitopol, Berdyansk, Skadovsk y otras 10 ciudades y pueblos de las regiones de Kherson y Zaporizhzhia. En el informe, publicado el pasado martes, describieron 42 casos en los que las fuerzas de ocupación rusas hicieron desaparecer por la fuerza a civiles, los retuvieron arbitrariamente o los torturaron.
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Los duros testimonios del informe de Human Rights Watch
El caso de Oleh. El 26 de marzo, Oleh - un pseudónimo que resguarda la identidad- un voluntario de las Fuerzas de Defensa Territorial describió haber sido secuestrado y torturado por lo que creía que eran agentes rusos cuando acudió a una reunión con otros dos voluntarios que no llegó a ver. En cambio, dos hombres vestidos de civil se acercaron, lo tiraron al suelo, lo esposaron y lo llevaron a la esquina del lugar, donde otros tres hombres los aguardaban.
Oleh, quien dijo que creía que los secuestradores eran agentes rusos del FSB, se encontró en ese lugar con los dos voluntarios con los que había pautado reunirse en un principio, Mironov y Lapchuk, quienes estaban de pie contra una pared esposados. En tanto, los agentes trasladaron a los detenidos al antiguo edificio de la Dirección de la Policía Nacional en Kherson, donde les vendaron los ojos y los golpearon.
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Los agentes electrocutaron a Oleh y lo asfixiaron con una bolsa de plástico en un interrogatorio que duró 12 horas, aseguró el hombre. A pesar de la golpiza, el voluntario pudo ver cómo que los agentes golpeaban a Mironov en la cara y lo pateaban en la ingle. Luego, le quitaron los pantalones al voluntario y comenzaron a golpearlo con un garrote de goma. "Su cuerpo se convirtió en un desastre ennegrecido", dijo. Mironov, por su lado, fue gravemente herido en el pecho, por lo que sus costillas presionaban sus pulmones. "Se estaba muriendo lentamente", agregó Oleh.
Oleh, Mironov y los demás compañeros de celda fueron trasladados a Sebastopol, en Crimea, 22 días después del secuestro. Allí, Mironov murió en el hospital mientras que el primero fue devuelto a Ucrania en un intercambio de prisioneros el 28 de abril. Su estado era delicado: la mayoría de sus dientes estaban rotos - de hecho le faltaban seis-, sus costillas estaban rotas y sus riñones habían sido golpeados tan fuerte que su orina estaba rosada. Aseguró que, en muchos casos, los prisioneros solo fueron liberados tras acceder a filmar un video para pedirle a otros que cooperaran con los rusos.
Un cuerpo en el río. El 22 de mayo, un joven estaba pescando cangrejos de río cuando descubrió el cuerpo flotando de de Vitali Lapchuk río abajo, cuyos brazos estaban atados y tenía un peso sujeto a sus piernas. El hombre de 48 años había sido detenido en Crimea, según pudo reconstruir su esposa, Alyona, quien escuchó el momento en el que su marido fue detenido en el sótano de su casa. Aquel día, los hombres armados cubrieron con bolsas las cabezas de Lapchuk, Alyona y su hijo y los llevaron a la comisaría.
'Me preguntaron si yo era fascista... Les dije que mi abuelo era judío y que yo era ucraniano. Dijeron: "No existe tal país". Los soldados arrojaron a Alyona y su hijo debajo de un puente después de arrestarlos. Tuvieron que caminar a casa durante horas solos. Más tarde, el fiscal llamó a Alyona y le dijo que Lapchuk ya llevaba muerto un mes.
Golpes con un bate de béisbol y descargas eléctricas. En el Kherson ocupado, las fuerzas rusas golpearon a un manifestante durante dos horas con un bate de béisbol y lo mantuvieron con los ojos vendados durante 36 horas en una celda. A otro manifestante, los rusos le administraron descargas eléctricas a través de clips que le colocaron en los lóbulos de las orejas, lo que le hizo toser sangre. En ambos casos, fueron amenazados para filmar un video en el que había aceptado convertirse en informante del FSB,
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Los soldados también atacaron a los voluntarios de la comunidad que distribuían alimentos, medicinas, productos para bebés y otras necesidades a la gente en Kherson, entre ellos Yurii, un pastor bautista, en una región cercana a Kherson. Le confiscaron el auto, con dos mil dólares en medicinas y ayuda humanitaria, y lo que dijo eran seis mil dólares de su propio dinero.
'No sabes cuándo vendrán por ti y cuándo te dejarán ir', dijo un periodista en Kherson, a quien forzaron a realizar "trabajos correctivos". "Me han advertido que pueden venir a buscarme en cualquier momento. No me arriesgo a irme porque estoy en su lista negra'", añadió.
Las desapariciones en Ucrania
Al menos 600 personas han sido desaparecidas por la fuerza allí desde febrero de 2022, estiman los observadores de derechos humanos. "Los ucranianos en las áreas ocupadas están viviendo una prueba infernal", dijo Gorbunova, y agregó: "Las autoridades rusas deben investigar de inmediato los crímenes de guerra y otros abusos cometidos por sus fuerzas en estas áreas, al igual que los organismos internacionales de investigación con miras a enjuiciarlos".
cd / ds