El gigante ruso Gazprom ha anunciado este lunes que reducirá las entregas diarias de gas por el gasoducto Nord Stream a 33 millones de metros cúbicos a partir de mañana, miércoles, por la necesidad de mantenimiento de una turbina. Eso supone alrededor del 20% de la capacidad del gasoducto frente al 40% actual. Un aviso de cara al otoño y el invierno mientras, por ahora, Europa soporta olas de calor.
En junio, Rusia recortó en dos ocasiones el volumen de entregas. Alegó que el gasoducto no podía funcionar de manera normal sin una turbina que estaba en reparación en Canadá y que no había vuelto a Rusia debido a las sanciones impuestas por Occidente a raíz de la invasión de Ucrania. Alemania y Canadá acordaron enviar el equipo a Rusia, pero la turbina aún no ha sido entregada.
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Nord Stream, con una capacidad de 167 millones de metros cúbicos de gas según Gazprom, conecta a Rusia con Alemania por el mar Báltico. Es una infraestructura estratégica para el suministro de gas a Europa, muy dependiente de los recursos energéticos rusos.
Los países occidentales acusan a Rusia de usar su energía como un arma en respuesta a las sanciones adoptadas por la guerra en Ucrania. Rusia asegura que las sanciones son el origen de los problemas técnicos que tiene el gasoducto.
JL PAR