La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo que el nombramiento de Luiz Inacio Lula da Silva como nuevo jefe de Gabinete robustece su gobierno, debilitado por la recesión económica y salpicado por acusaciones de corrupción.
"La llegada de Lula a mi gobierno lo fortalece", manifestó Rousseff, tras asegurar que el exmandatario (2003-10) tendrá "los poderes necesarios" para "ayudar a Brasil", según informó la agencia AFP.
El nombramiento de Lula modifica el proceso legal que enfrenta el dirigente, dado que será juzgado por el Tribunal Supremo Federal (STF) y no por el juez Sergio Moro, que instruye la causa más importante de corrupción en Brasil de los últimos años.
"Tener prerrogativa de fueros no es impedir la investigación, es hacerla en una determinada instancia (...) ¿A título de qué tengo que pensar que la investigación del juez Sergio Moro será mejor de quien la haga en la corte? Eso es una inversión de jerarquías", dijo Rousseff en una breve rueda de prensa.
"Detrás de la afirmación de que [Lula] pretende esconderse, habría una desconfianza en la Corte Suprema, ¿es eso lo que las suposiciones quieren instalar?", se preguntó la mandataria.
A principios de marzo, Moro ordenó que Lula fuera conducido por la fuerza a declarar ante la policía, en un espectacular procedimiento que incluyó uniformes camuflados, armas largas y el cierre de calles aledañas a su residencia en Sao Paulo.
El caso fue aún más lejos cuando la fiscalía de ese estado pidió la prisión preventiva de Lula por la presunta ocultación de la propiedad de un tríplex y una chacra. La investigación alcanzó también a su esposa y a uno de sus hijos.
"La llegada de Lula a mi gobierno lo fortalece y hay personas que no quieren que sea más fuerte".