En un nuevo capítulo de la escalada entre Washington y Caracas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este sábado una amenaza directa al régimen de Nicolás Maduro, al exigirle que reciba de inmediato a los migrantes deportados —a quienes calificó como presos y pacientes de instituciones psiquiátricas— bajo la advertencia de que, en caso contrario, el país caribeño afrontará un “precio incalculable”.
El mensaje apareció en Truth Social, la plataforma favorita del mandatario, y generó un fuerte impacto tanto en la región como en la comunidad internacional. “Queremos que Venezuela acepte inmediatamente a todos los presos y a las personas de instituciones mentales, que incluyen a los Peores del Mundo en Asilos de Insanos, que el ‘liderazgo’ de Venezuela empujó a los Estados Unidos de América. Miles de personas han sido gravemente heridas, o incluso asesinadas, por estos ‘monstruos’”, escribió en mayúsculas, intensificando el tono de confrontación.

El trasfondo militar en el Caribe
La advertencia de Trump no surge en el vacío. Desde hace semanas, Washington desarrolla un vasto operativo antidrogas en el Caribe con el despliegue de buques de guerra frente a las costas venezolanas y con el refuerzo de cazas F-35 en Puerto Rico. Se trata del mayor dispositivo estadounidense en la zona en décadas, lo que elevó las especulaciones sobre un eventual ataque contra Venezuela, aunque la Casa Blanca no haya confirmado planes de intervención.

En paralelo, las autoridades de Caracas acusaron a Estados Unidos de librar una “guerra no declarada” tras los recientes ataques contra embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico, que dejaron al menos 14 muertos. Para el chavismo, esos episodios forman parte de una “provocación deliberada” orientada a justificar un cambio de régimen en el país sudamericano.
Una frágil milicia civil
La respuesta venezolana no tardó en llegar. Este sábado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) organizó una caravana militar desde Fuerte Tiuna —el principal complejo castrense de Caracas— con destino a la zona de El Valle. El despliegue incluyó unas 25 tanquetas, cientos de motociclistas y la instrucción de enseñar a las comunidades “manejo de armas” en el marco de un plan de adiestramiento defensivo.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, encabezó el acto y lo definió como un “hito” en la “revolución militar” que promueve el chavismo. “Estamos marcando un hito en la construcción y consolidación de nuestra doctrina, que cada día crece, se desarrolla y se amplía para la defensa de la patria”, expresó ante militantes y simpatizantes, en un mensaje transmitido por la televisión estatal.
Nicolás Maduro envía a militares a los barrios para enseñarle a la población a manejar armas
Según datos oficiales, la FANB se encuentra desplegada en 5.336 circuitos comunales de todo el territorio, con presencia activa en estados estratégicos como Miranda, Zulia, Barinas, Apure, Bolívar y Táchira. El objetivo declarado es reforzar las “unidades comunales de milicias” y preparar al país ante lo que describen como una inminente amenaza de invasión.
La narrativa de Maduro
Maduro sostiene que Washington pretende propiciar un cambio de régimen en Venezuela a través del cerco militar y de sanciones económicas cada vez más severas. Sin embargo, Trump negó esta semana haber discutido con sus funcionarios planes concretos para derrocar al líder bolivariano, aunque sí insistió en que la permanencia del chavismo representa un riesgo para la estabilidad regional.

Mientras tanto, la televisión pública repite imágenes de soldados movilizados en distintas comunidades y de entrenamientos destinados a civiles en armas. En ese contexto, el discurso oficial intenta mostrar cohesión interna y disposición a resistir, mientras la oposición venezolana denuncia una estrategia propagandística que busca capitalizar la amenaza externa para consolidar al régimen.
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